Matamoros, Tamaulipas. - El Covid-19 continúa dejando muerte, tristeza, soledad y dolor en las familias de esta ciudad fronteriza.

En esta ocasión el coronavirus venció a un profesor del Instituto Tecnológico de Matamoros (ITM) a cinco días de la muerte su esposa que pereció por la misma causa.

Se trata del maestro Andrés Cahuich Chuc, quién fue un catedrático por muchos años en la mencionada institución educativa.

Lamentablemente no logró vencer al coronavirus y murió ayer, a cinco días del deceso de su esposa, que pereció a causa del mortal virus que ha costado la vida de miles de personas en el mundo.

Una hija del profesor escribió un conmovedor mensaje hacia sus padres en representación de sus hermanos.

“El 2 de Mayo de 1987 nuestros padres hicieron una promesa de amor... una promesa de amarse, respetarse, estar juntos en riqueza, pobreza así también como en la salud y en la enfermedad... estar juntos hasta el final y se cumplió esa promesa... mi papito ahora descansa con su amor eterno... Siempre estuvieron juntos jamás se separaron y nos demostraron una vez más que ellos se pertenecen y no podían vivir el uno sin el otro.

Papito gracias por luchar hasta el último latido, gracias por todo lo que nos enseñaste, por tantas historias contadas y tantas canciones cantadas, papito dale muchos besos y muchos abrazos de nuestra parte... papitos siempre nos han hecho sentir muy orgullosos y hoy no es la excepción, vaya historia de amor la de ustedes...

Los amamos con todo el corazón y no habrá día en qué no mencionemos su nombre.

Gracias por tanto tanto tanto amor hacia nosotros, siempre nos dieron lo mejor de ustedes, nunca nos faltó nada, y no hubo un día en que no nos dijeran cuánto nos amaban, nos sentimos muy orgullosos de ser “Los Cahuich Hernández”. A donde vayamos ustedes están con nosotros y de eso no hay duda. Gracias por el amor más puro que puede existir y me siento la más afortunada de decir quiénes son mis padres.

Son mi mayor tesoro todo lo que soy se los debo a ustedes. Los amo con toda mi alma. Pueden estar tranquilos su batalla ha terminado y HAN GANADO!!! la de nosotros apenas comienza y con el favor de Dios y el amor de ustedes, saldremos victoriosos.

Gracias Dios por su vida. No tengo nada que reclamarte, solo agradecerte por la bendición que nos diste de habernos escogido para ser sus hijos.

Gracias a todos por haber estado siempre al pendiente de ellos, fue impresionante ver la cantidad de amor hacia nuestra familia, no tenemos como agradecerles... Dios bendiga a cada uno de ustedes por nunca haber dejado de orar, sus oraciones son las que nos han mantenido.

Papitos con todo mi corazón les digo GRACIAS

Ya estamos todos juntos. 

Los amamos hasta el infinito y más allaa (sic). Gilda, Marisol, Andreina, Andrés”.