Ciudad Victoria, Tamaulipas. - De octubre a marzo, la violencia familiar y de género en Tamaulipas disminuyó 20 por cierto, informó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública.

En los primeros seis meses del gobierno que encabeza Américo Villarreal Anaya, se registraron 13 mil 905 casos de violencia, principalmente contra la mujer.

Es decir, 2 mil 950 casos menos que al cierre del gobierno panista que dirigió Francisco García Cabeza de Vaca, cuando se presentaron 16 mil 865 de abril a septiembre.

El documento dado a conocer detalla que las principales violencias que se presentan en la entidad son: violencia contra la mujer, violencia de pareja, violencia familiar y otros actos relacionados con la familia.

Nueve de los 43 municipios concentran el mayor número de casos, y es Reynosa, la ciudad donde más problemática de este tipo existe con 2 mil 840 denuncias.

Le sigue Victoria con 2 mil 669; Matamoros con 187; Altamira con 1 mil 747; Tampico con 1 mil 373; Ciudad Madero 1 mil 109; Nuevo Laredo 699; Río Bravo 422 y El Mante 341 casos.

Las cinco colonias del municipio fronterizo de Reynosa, con mayor problema son: Fraccionamiento; Puertas del Sol 97; San Valentín, Vale Soleado 64 y Paseo de las Flores, 60 casos.

En Ciudad Victoria, que es el segundo municipio con más violencia familiar, las cinco colonias de mayor conflicto son: la zona centro, La Libertad, La Azteca, La Nueva Esperanza y La Moderna.

En Matamoros son el Fraccionamiento Los Palmares, Fraccionamiento Rinconada de Las Brisas, Paseo de las Brisas, Palmares de Las Brisas y zona centro.

Debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción u omisión basada en su género, que cause muerte, daño psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público, y está regulada en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia

La importancia de esta Ley radica en que protege el derecho humano de las mujeres a una vida libre de violencia. 

Expertos indican que el concepto violencia de género da nombre a un problema, que incluso hace poco, formaba parte de la vida personal de las personas.

Era considerado un asunto de familia que no debía trascender de puertas para fuera y, por lo tanto, en el que no se debía intervenir.

Entender la violencia como un asunto personal refuerza a las mujeres a una situación de subordinación, respeto del hombre, e implica asumir las relaciones de poder históricamente desiguales entre ambos.

Y a través de las cuales se legitima al hombre a mantener su status de dominación incluso a través de la violencia. Esta percepción contribuye a que las mujeres no denuncien su situación por miedo, vergüenza o culpabilidad.