Le salió contraproducente el silencio al mandamás de Movimiento Ciudadano en Tamaulipas, Gustavo Cárdenas.
Alguien no le ha avisado al otrora panista que es un muerto que camina.
Su historial de derrotas, donde fue impulsado por un número cada vez más reducido de simpatizantes han abaratado su capital político.
Para darse cuenta de ello sólo basta ver los comentarios en su fanpage de facebook para tomar dicha lectura.
Con adjetivos como "esquirol" o "vendido", el ex alcalde de Victoria - La única elección local ganada luego de una ya larga y menguante trayectoria- inicia su enésimo camino electoral.
Las posibilidades de éxito, siendo objetivos, son nulas.
¿Qué impulsa las ambiciones de Gustavo?
¿Acaso se volvió adicto a la derrota?
Sin duda su larga cadena de descalabros lo muestran como un "cartucho quemado" y despiertan cierta suspicacia en el electorado, cada vez más convencido que el presidente de MC, sólo cumple con el trabajo de dividir el voto.
Ahora viene lo de siempre, el discurso demagogo y populista al más puro estilo pejista, emulado en versión cueruda una vez más por el veterano opositor.
La constante en ambos casos es la misma; las prerrogativas siguen siendo un suculento ingreso que provee un estilo de vida despreocupado, pero la atomización del voto ha menguado inclusive la calidad y cantidad de éstas.
Este tipo de mesianismo provoca que una base joven, propositiva y activa se pierda.
Y no sólo en Movimiento Ciudadano, también en otros partidos como el PRD o el PT.
Candidaturas insolentes como la de Jorge Valdez o de Shira Casar empobrecen la de por sí raquítica oferta política.
Y a Alejandro Ceniceros, que sobrevive gracias al milagro de Aguascalientes, sólo le resta rezar.
El mundo está girando a altas revoluciones y lastres como los ahora nombrados no sólo no vulneran el status quo de las cosas; sino que mantienen a Tamaulipas en un estatismo que ya se antoja peligroso.
Así las cosas.
Twitter: @anibalmsilvamx
