Estimado lector esta vez seré breve; no hay mucho que decir, y si lo hay no son cosas buenas, al menos para el Correcaminos del Ascenso Bancomer MX. Se fue la Jornada 12 y con ella se llevó las aspiraciones que tenía el equipo dirigido por José Treviño para calificar a la liguilla.
Si bien es cierto con esos descalabros tan dolorosos que le costaron el trabajo a Ricardo Cadena, José Treviño vino a tratar de levantar un ave que se encontraba en picada por la insistencia de mantener a Cadena al frente del equipo.
Con Treviño al mando se vio una mejoría en la defensa; sin embargo, la delantera seguía muy chata, Rubilio no es lo que se nos vendió, un delantero matón de área, de esos que solo con estar cerca de la portería te genera peligro; no, tal parece que tenemos mala suerte con delanteros hondureños que además son seleccionados nacionales por su país… ¿se acuerdan de Eddie Hernández?
Ahora con la eliminación confirmada la siempre exigente afición de Victoria quiere que nuevamente rueden cabezas (como siempre), primero no querían de De la Garza Ferrer y se quedó al frente Armando Arce; se fue este último y llego Francisco Filizola con quien por fin el Correcaminos dejo atrás el ya merito y se corono en el 2011; se fue después mucha presión y llego a su relevo casi casi a las carreras Manuel Corcuera.
El apodado por muchos inconformes como el “Chava Iglesias” de Ciudad Victoria no tiene es verdad mucha experiencia administrando equipos de fútbol, pero eso no le quita el mérito de intentarlo, así como hay gente que aspira a ser independiente a la Presidencia Municipal, también eh visto personas que quieren sentarse en el trono naranja.
Solo que a menos que sean un grande en el fútbol con experiencia, el resto de la afición no estará a gusto; no digo que nos tengamos que conformar, solo tratemos de ser coherentes con lo que pedimos. ¿Qué otro empresario local le apostaría a Correcaminos? Díganme un solo nombre y entonces veremos…
Ahora si tienen todo lo que resta del año para ir pensando en la próxima temporada… ojala sea la buena… debe serlo.