Cuando un edificio cumple cierto periodo de existencia puede ser considerado como un monumento histórico, más si a este mismo se le considera a su vez como un símbolo o icono de la ciudad.
El Estadio Marte R. Gómez u Olímpico Victoria como se le llamó en 1939 cuando se inauguró cumple un aniversario más de existencia, y es el estadio de fútbol más longevo del país, así es estimado lector, tal vez no sea el más bonito o el más grande, mucho menos el que más gente recibe cada 15 días, pero es sin duda el inmueble con más antigüedad en el que todavía se desarrollan partidos oficiales de fútbol profesional.
Desde los Cuerudos hasta el Correcaminos, los victorenses se han volcado al inmueble de Carrera Torres para presenciar del balón pie y compartir junto con los jugadores sus triunfos y lamentablemente más sus derrotas.
El estadio vivió la época dorada de los Cuerudos, vio a un pequeño equipo llamado Correcaminos levantarse desde lo más bajo de la liga mexicana hasta llegar a donde solo los elegidos y uno que otro adinerado pueden estar, la primera división; es la casa de la que en la década de los 90’s fue considerada la mejor afición de México, esa que no importaba el marcador apoyaba a Correcaminos sin importarle el tremendo sol que azotaba a la capital de Tamaulipas cuando se jugaba a las 12:00 Hrs.; de esa afición lamentablemente quedamos muy pocos.
El estadio inicio como una réplica del Poststadion de Berlín, Alemania; la idea fue del profesor de educación física Isidoro Salazar, apoyada enormemente por el entonces embajador en Francia, miembro de la dirigencia del olimpismo mexicano y a la postre Gobernador de Tamaulipas, Don Marte R. Gómez Segura y solventada en parte por el entonces presidente de la republica Lázaro Cárdenas y la otra parte con apoyo de la comunidad debido a que el municipio decreto un bimestre extra de contribuciones a todos los propietarios de predios.
El encargado del proyecto fue el ingeniero Mario Pani, quien ya gozaba de prestigio en el país por haber realizado obras trascendentes, acompañado por el arquitecto Guillermo Gayón y los pasantes de ingeniería Félix Gómez, Gustavo Galván y Enrique Martínez.
Siendo la cubierta del ahora área de plateas el mayor reto desde su diseño, pasando por su construcción para terminar por convencer a los usuarios de que era completamente segura… ¡Vaya! Tuvieron que subir una camioneta para que los habitantes se sintieran seguros de que esta no se vendría abajo, y dicho y hecho… han pasado ciclones, tormentas, huracanes y la estructura ahí esta… intacta; es un orgullo que este tipo de “voladizo” haya sido el primero en su tipo en toda Latinoamérica.
El nuevo estadio de Victoria sería inaugurado el 19 de Octubre de 1939 y hasta a la fecha solo ha sufrido dos remodelaciones importantes, la primera en 1988 cuando el equipo naranja asciende al máximo circuito se amplían las herraduras de lo que ahora se le conoce como “preferente” para albergar una mayor capacidad de aficionados (cabe resaltar que ni eso cumplía con la demanda en ese entonces) en esa misma remodelación se agrego la pista sintética.
La segunda remodelación fue ya en el año 2012, Correcaminos acababa de perder la final de ascenso contra el León y el gobernador Egidio Torre Cantú se hecho para atrás en su promesa de la construcción de un nuevo estadio para el ave universitaria, por lo que se realizo un proyecto en el que se aumentaría la capacidad del estadio para cumplir con el reglamento que exige actualmente la Liga Bancomer MX que es de 20,000 aficionados (en estos momentos el Marte R. Gómez tiene una capacidad de 13,500 según la página de la liga); al final de cuentas el presupuesto no alcanzó y lo que se realizó fue un cambio total a la apariencia, una remodelación integral en el que la fachada se vio dotada de paneles de alucobon naranja que hacen resaltar más al inmueble, las gradas fueron pintadas, se aumento el número de carriles a la pista de tartán, el campo de juego sería suministrado de un nuevo drenaje que ya quisieran muchos estadios de la primera división, se coloraron el área de Plateas, se acondicionaron más palcos para prensa, área antidoping, una sala de prensa, y los vestidores tanto locales, visitantes y de los árbitros recibieron su zarpazo de tigre para dejarlos en buenas condiciones.
Se habla de una futura ampliación en caso de que el equipo logre el tan esperado ascenso; sin embargo, el deseo del presidente del consejo deportivo, Manuel Corcuera Canseco es claro, se necesita un estadio nuevo, ojala y la siguiente administración estatal le dé a la ciudad un nuevo recinto para el fútbol profesional y deje de modificar y parchar un monumento histórico.
Yo aquí me despido estimado lector, recordándole que somos muy afortunados de contar con este estadio en nuestra capital, debemos cuidarlo y conservarlo para que las generaciones que vengan lo puedan admirar y sueñen como muchos lo hicimos en poder patear un balón.
