A la mujer, esencia de la libertad…
Hablar del voto de la mujer, en su próximo aniversario, es sinónimo de equidad de género; sin embargo, hablar de este tema a inicios de este siglo, verdaderamente representa una inequidad absoluta; decir que el hombre y la mujer son iguales, es arrastrar cadenas históricas que violentaban los derechos de las mujeres en el pasado.
Por supuesto que es importante seguir promoviendo estos ideales y que formen parte de nuestra cultura, apoyando la coyuntura jurídica, que es un factor determinante para impulsar a la mujer en las tareas políticas de nuestro país.
No podemos perder de vista que esta “equidad” es joven en nuestro país; decirle a nuestros hijos e hijas que entre ellos mismos son iguales y que tienen derechos y obligaciones, esto es una aceptación tácita que ya no se tiene que puntualizar.
El camino recorrido de las mujeres, no ha sido fácil, es una lucha que ha causado mucho esfuerzo; la historia nos ha dado la razón, era tanta la discriminación hacia la mujer; que el código civil de 1928, establecía que la mujer podría prestar un trabajo siempre y cuando no perjudicara su hogar y el marido podría oponerse al trabajo de la mujer; esto nos da el panorama que regulaba a las mujeres de aquella época. Hasta la prohibición de laborar tiempo extraordinario; hasta que Luis Echeverría realizó esa modificación y permitió que el hombre y la mujer tuvieran la misma oportunidad de trabajar tiempo extraordinario.
El trabajo realizado poco a poco fue ganando terreno, en el ámbito político el 17 de octubre de 1953 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación la reforma al artículo 34 Constitucional, donde se otorga el derecho a todas las mujeres de México mayores de edad para sufragar su voto en las diferentes elecciones del país.
Las mujeres mexicanas han sabido sortear cualquier obstáculo que se les ha presentado desde la propia legislación, hasta la marginación partidista. Grandes ejemplos han sido muestra palpable de la evolución cultural de los mexicanos.
No obstante, el principio de igualdad de derechos del hombre y la mujer, ésta obtiene una especial protección en su estado de embarazo al dedicarle el legislador un capítulo especial en la Ley Federal del Trabajo.
María Cristina Salmoran de Tamayo, quien ha sido la única Presidenta de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje nombrada en 1954 por el entonces Secretario del Trabajo y de la Previsión Social, Adolfo López Mateos y al ser Presidente de México este último la nombro la primer mujer Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; participo en el proyecto de la nueva Ley Federal del Trabajo en 1970.
En la actualidad hay claros ejemplos y en la pasada contienda electoral fue muestra de ello; ahora existe mayor número de diputadas federales en la cámara baja del Congreso de la Unión; sin embargo, estamos empezando a impulsar a la mujer en esos rubros, tenemos que hacer cultura y generar mayor escuela del impulso femenino en la toma de decisiones.
También, es un hecho que los espacios ellas mismas se lo han ganado y no por motivo de género, sino por esfuerzo y capacidad.
El paso político de la mujer ha sido importante en nuestro país, pasando por los puestos de elección popular, jurisdiccional y administrativos; la libertad de una nación, inicia con la libertad del sufragio femenino.
¡Felicidades a quien ejerce y promueve el voto femenino!
Twitter: @HeberardoG