El diez de diciembre se conmemoró el día internacional de los derechos humanos. Una fecha que no se publicita y tristemente pasa muchas veces por desapercibida. Por ello es relevante que personas se preocupen por conmemorarlo y abordar temas de importancia de tal tópico.

Ese día, la Delegación Tamaulipas del Colegio Nacional de Abogados Juaristas, encabezada por el Lic. Juan Esparza Ortiz, organizaron un encuentro donde se vieron temas de la eliminación de la violencia en contra de la mujer y en general, el coordinador del INEGI mostró estadísticas relevantes de Tamaulipas, también participaron representantes de la CODHET, del Instituto de la Mujer, de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas, del Observatorio Ciudadano de Derechos Humanos, organizaciones civiles, entre otros.

Hay que resaltar que, en muchos rubros, al menos en la última estadística realizada (2021), ya que se hacen cada 5 años, Tamaulipas aparece como los últimos lugares a nivel nacional, pero como bien comentó el titular del INEGI:

“Es de notarse que Tamaulipas presenta menos incidencias, pero a su vez nos debería de preocupar y ocupar ya que los porcentajes representan miles de casos.”

Muy congruentes e ilustrativas las participaciones, así como la interacción que se dio. El presidente nacional de Líderes Juaristas, Alberto Betancourt, quien también presidio la reunión, me extendió la invitación para asistir a tal evento. Estando ahí, tomé la palabra para aprovechar la presencia de los antes mencionados y exponerles un caso que me tocó vivir.

Se quedaron realmente impactados por la severidad de lo que les platiqué y peor aún, fue un caso de acoso laboral recurrente de una funcionaria estatal que quedó en impunidad total, que llegó a acumular arriba de 7 quejas por escrito de víctimas de abuso de poder, maltrato laboral y hasta a personas con discapacidad, bajo su dirección o, mejor dicho, bajo su pésima y abusiva dirección.

Y esas fueron las que se animaron a interponer la queja, porque existían más personas afectadas. Realmente increíble lo que le toleraron a tal mujer en conjunto con su grupo de personas. El caso llegó a ser de conocimiento de la mayoría de las instancias ahí reunidas, quienes pidieron a la Secretaría del Trabajo en su momento, encabezada por Gerardo Illoldi Reyes, tomar cartas en el asunto, vía oficios y hasta visitas de personal de Derechos Humanos de Tamaulipas.

Si, la misma Secretaría en donde se ven temas laborales y quienes deberían poner el ejemplo, fue la que encubrió y protegió actos en verdad deleznables y de vergüenza para cualquier institución laboral. Hasta la oficina del secretario federal del Trabajo intervino, mandando oficio que se conjuntó con el de la oficina del gobernador, y aun así, todo se encubrió y peor, se protegieron a los actores como el caso del Director Administrativo, quien después fue hasta destituido por actos de corrupción, pero protegido, mandándolo al Centro de Conciliación, encabezado por José Ives Soberón.

Dos mujeres recibieron hasta atención psicológica y otra de ellas hasta con afectaciones a su salud. Eso radica en una real depravación moral, triste e infamemente tolerada y hasta protegida. Todos los que actuaron y los que supieron del caso comenzando por el titular de la Secretaría para abajo y no hicieron nada, se vuelven en cómplices.

Qué ironía y desvergüenza que hasta se venden como referentes de las nuevas generaciones, pero terminan siendo iguales y hasta peores que los funcionarios detestables que ya no deberían de prevalecer. Si se toleran casos así, imagínense las decenas y decenas de víctimas que nunca verán justicia.

Ahora sí que el humanismo con el que el gobernador pide conducirse lo aventaron por ventana del piso 21 y 14 de la torre Bicentenario.

Como concluyeron todos los presentes ese día, un caso de tal magnitud debería ser sin duda referente de lo que definitivamente se tiene que combatir para erradicar, concordaron en colaborar para que casos así no vuelvan a suceder, así como unificaron criterios de que debería investigarse. Como bien dijo una participante del evento quién contó su historia muy fuerte de abuso de poder e injusticia

“Si toleramos los abusos, injusticias y la degradación de las autoridades, nos volvemos cómplices del sistema, lo peor que se puede hacer es guardar silencio”

Y en ese tenor es que escribo esta colaboración, porque no solo se trata de conmemorar un día y no hacer nada los demás, se trata de ser un miembro activo del cambio positivo de nuestra sociedad. En efecto, el que calla otorga y el que encubre se vuelve parte del mal, o como dijo Dietrich Bonhoeffer.

“El silencio ante el mal, es el mal en sí mismo"

Nos debemos volver en agentes a favor de los derechos humanos y no en tiranos que toleran y propician condiciones para que los humanos no tengan derechos. Recordando cómo está estipulado en el artículo uno de la declaración Universal de los Derechos Humanos:

“Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.”

Entonces concluyo y dictamino:

¡DEFINITIVAMENTE NO A LA VIOLENCIA Y ABUSOS DE TODO TIPO!

Reflexión

"Privar a las personas de sus derechos humanos es poner en tela de juicio su propia humanidad"

-Nelson Mandela-

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)