Por: Jorge Lera Mejía22/11/2012 | Actualizada a las 22:22h
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Enrique
Peña Nieto, presidente electo de México, se comprometió, en la sede de la OCDE
el pasado 19 de octubre a combatir las prácticas monopólicas en México “para
que los mexicanos puedan acceder y elegir entre productos y servicios que
compitan en precios y calidad”, aunque aclaró que esa acción gubernamental no
tendrá dedicatoria. Pero
¿cuáles son algunos de esos monopolios conocidos en nuestro País, o es una
falacia y no existen estos?, o ¿están en los principales mercados y controlan
la producción y los patrones de consumo de los mexicanos? Para
empezar, en México la Banca comercial está en manos de bancos extranjeros, y
solo dos bancos nacionales, y esa banca extranjera representada por países que
en su origen cobran cuotas y tasas muy inferiores a las que le aplican a los
clientes nacionales, se han convertido en pocos años en verdaderos nichos de
mercado que han crecido en sus utilidades. Otro
tipo de monopolios que se ha fundado, son las conocidas casas de empeño, que
han proliferado como hongos y no son reguladas por la Comisión Bancaria y de
Valores (CNVB), sangrando a los clientes al cobrar altas tasas de recuperación,
y la mayoría de las veces quedándose con los bienes prendarios en garantía al
no poder liquidar el adeudo inicial. En
el sector de telecomunicaciones, es donde más sensible aparecen estas prácticas
en México, así Telmex y Telcel es otro de los monopolios que más sangran el
poder adquisitivo de las clases medias mexicanas, a grado tal, que su principal
accionista, Carlos Slim Helú, continúa con el título de “hombre más rico del
mundo” en este 2012, según la revista Forbes. Por
parte de las compañías que inician a competir a Telmex, inician a resaltar en
telefonía celular la Compañía española Movistar a nivel nacional, lleva buen
paso la empresa de radio móvil Nextel, a nivel regional compiten Iusacel, entre
otras empresas. En el segmento de telefonía fija, empresas nuevas como Axtel,
Protel, entre otras inician a competir al monopolio Telmex, pero dependen de
esta como servidor de la red principal. Pocos
hablan del duopolio en distribución cinematográfica (Cinépolis y Cinemex), pero
los daños que éste provoca no son muy distintos de los del duopolio televisivo.
Nuestras carteleras están saturadas por grandes producciones hollywoodenses,
cuyo éxito en taquilla por lo general es inversamente proporcional a su calidad
cinematográfica. Otros
personajes que se quedan con buena parte del ingreso de los mexicanos
productivos, son, entre otros: Alberto
Bailleres, propietario de Palacio de Hierro, ITAM, Industrias Peñoles; Claudio
X González, presidente del Consejo de Administración de Kimberly Clark de
México, miembro del Consejo de Administración de Televisa y del Grupo México. Gastón
Azcárraga, presidente del Consejo de Hombres de Negocios; Grupo Maseca, que
controla el 80 por ciento del tráfico de maíz en el mercado nacional y de
importación. Jerónimo Arango,
Cofundador de las tiendas Aurrera; Alfredo Harp Helú, es el séptimo hombre más
rico de México. Lorenzo
Zambrano, dueño de Cemex, una las principales cementeras del mundo y monopolio
nacional “que vende más caro el cemento aquí que en exterior”; Lorenzo
Servitje, fundador y, hasta hace poco, presidente del Grupo Bimbo, la principal
empresa de pan industrializado del país y opera en 13 países. José Antonio
Fernández, Presidente del Consejo de Administración de Fomento Económico
Mexicano, Femsa-Coca-Cola, y Carlos Peralta, presidente del Grupo IUSA. Peña
Nieto cree que alentando la competencia se acaban los monopolios. Es justo la
“libre competencia” lo que deviene en monopolios. Televisa (Emilio Azcárraga)
es la fusión de dos televisoras que sí competían entre sí, Telesistema Mexicano
y Televisión Independiente de México, y acabaron por fundirse en una sociedad,
hermanados por la misma causa: evitar la competencia. Posteriormente
nació TV Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Priego, que suma su monopolio al
poder de Televisa formando lo que se conoce en la economía como “duopolio”,
donde dos empresas se reparten el mercado y alinean su precio a gusto del mismo
duopolio y así se acabó la competencia. Es
sabido los acuerdos entre grandes grupos que producen cobre acero, aluminio,
hierro y todo tipo de metales para uniformar sus precios en perjuicio de la
“oferta y la demanda”, dogma y emblema por antonomasia de los devotos del
mercado. La
principal crítica que los expertos hacen al duopolio televisivo mexicano se
enfoca en la educación, la creencia es que la concentración de la oferta y la
mediocridad de los contenidos contribuyen a la ignorancia de la población. Que
si las telenovelas son conservadoras, que si los noticieros favorecen a ciertos
políticos, que si los programas de concursos crean aspiraciones falsas. El
caso es que, por culpa de las televisoras, la mayoría de los mexicanos vivimos
en la ignorancia, y si a esto agregamos la mediocridad de la educación pública,
estamos ante una verdadera emergencia nacional. Tanto
Televisa como Televisión Azteca “compiten” en un mercado sumamente concentrado,
donde la ventaja comparativa no se encuentra en la innovación, sino en el
dinero, el chantaje y la amenaza. Si Emilio Azcárraga se ufana de que su
compañía es sumamente competitiva en el extranjero, es porque la concentración
del mercado en México le permite utilizar sus multimillonarios ingresos para
tomar riesgos en otras latitudes. Todo esto a sabiendas de que en su terruño
corre poquísimos riesgos. En
resumen, para entender el verdadero problema de los monopolios en México,
tenemos que dejar de pensar en los daños a los consumidores. Muchos de los
daños más grandes han sido a los profesionistas y ciudadanos. La falta de
creatividad e innovación ha generado un círculo vicioso de contenidos
mediocres, y la falta de pluralidad en la opinión pública ha creado una “clase
intelectual” que opina a diestra y siniestra sin medir las consecuencias (Citas y Extractos
de: http://www.sobremesapolitica.com/2012/02/el-problema-de-los-monopolios-en-mexico.html;
http://www.monografias.com/trabajos82/monopolios-mexico/monopolios-mexico.shtml)
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT). Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas. Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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