Ciudad Victoria, Tamaulipas.- La gestión municipal y estatal en Tamaulipas muestra avances concretos, pero también evidencia que, en muchos casos, la ejecución enfrenta obstáculos que no siempre son visibles en los comunicados oficiales. La reciente puesta en marcha del plan emergente de bacheo en Victoria, con más de 10 millones de pesos destinados a reparar calles afectadas por lluvias históricas, es un ejemplo de ello. La intención es clara: mejorar la movilidad y reactivar la economía local, al tiempo que se evita que la infraestructura urbana se deteriore más. Sin embargo, la magnitud de las lluvias recientes y la extensión de las vialidades implican que el impacto real del plan se sentirá paulatinamente, y no de manera inmediata.

Otro caso que llama la atención es la decisión de sustituir los puentes peatonales elevados por cruces a nivel de calle, propuesta por el secretario de Obras Públicas municipal, Eusebio Alfaro Reyna. La medida, aunque más costosa, prioriza la accesibilidad y la seguridad de personas con movilidad reducida. Es un recordatorio de que la infraestructura urbana no puede limitarse a soluciones estandarizadas; debe responder a necesidades reales de la población. Al mismo tiempo, la falta de cifras precisas sobre costos y número de cruces a nivel proyectados evidencia la necesidad de mayor transparencia en la planeación y ejecución de obras.

La disciplina financiera del municipio, confirmada por la tesorera María Guadalupe de los Reyes Acosta, muestra un lado positivo de la administración: ahorro, cero endeudamiento y pagos garantizados a proveedores y empleados. Ahorrar hasta 10 millones de pesos como fondo de contingencia para el plan de bacheo refleja planificación y prudencia. Sin embargo, mantener la salud financiera no basta si los proyectos de infraestructura y servicios urbanos no se comunican con claridad a la ciudadanía, generando expectativas realistas sobre tiempos y resultados.

En el plano estatal, la vigilancia de la Ley de Alcoholes, supervisada por el secretario de Finanzas Carlos Iram Ramírez, refleja un esfuerzo por garantizar legalidad y orden en los negocios que expenden bebidas alcohólicas. La baja proporción de sanciones respecto al número de inspecciones muestra que la mayoría de los comercios cumplen, pero también abre la discusión sobre la efectividad del monitoreo y la necesidad de mayor transparencia en los resultados y criterios aplicados.

Finalmente, los retrasos en la carretera Juan Capitán–El Chihue, provocados por la escasez de materiales como arena y grava, evidencian cómo factores externos —problemas legales de proveedores y regulaciones ambientales— pueden afectar la ejecución de obras prioritarias. Aunque los costos no se han disparado, la falta de insumos mantiene pendientes los plazos y recuerda que la planeación logística es tan crítica como la inversión económica.

En conjunto, estos ejemplos muestran un patrón: hay avances visibles y decisiones acertadas, pero la ciudadanía necesita más datos concretos, comunicación transparente y resultados medibles. La gestión pública no solo se trata de ejecutar proyectos o emitir comunicados; se trata de cerrar la brecha entre la intención, la planificación y la realidad tangible. Victoria y Tamaulipas avanzan, sí, pero estos casos muestran que aún queda camino por recorrer para que los compromisos se traduzcan en beneficios directos y percibibles para la población.

Alberto Serna Sandoval

Nacido en Ciudad Victoria Tamaulipas en el año de 1985, cursó la carrera de Ciencias de la Comunicación, en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Tamaulipas.

Inició su carrera periodística en el año 2003 en el área de deportes, posteriormente decidió cambiar de giro de información desde el año 2016.