Matamoros, Tamaulipas. – La extorsión se ha convertido en “el impuesto más caro que pagan los empresarios en México” y hoy amenaza directamente la vida y la permanencia de miles de micro, pequeñas y medianas empresas, advirtió Juan José Sierra Álvarez, líder nacional de Coparmex, durante su visita a esta frontera.

El dirigente empresarial señaló que, aunque a nivel nacional algunos indicadores como el robo a negocio y los homicidios han mostrado ligeras disminuciones, la inseguridad mantiene una presión severa sobre el sector productivo. “Cuatro de cada diez robos a negocio son con violencia. Está en riesgo la vida de empresarios y trabajadores”, sostuvo.

Sierra Álvarez enfatizó que el delito que más preocupa al sector es la extorsión, cuyo crecimiento ha sido alarmante. “La extorsión ha aumentado 83% en los últimos diez años. Es el delito que tiene de rodillas a miles de empresarios y el que mata a las MIPYMES. Es el impuesto más caro que se paga en México”, afirmó.

El presidente de Coparmex recordó que la organización impulsa desde hace tres años una Ley General de Castigo a la Extorsión, con el objetivo de homologar el delito en todos los estados y elevar las sanciones económicas y penales. “No era concebible que la extorsión ni siquiera estuviera tipificada en algunas entidades. Necesitamos un marco legal robusto y uniforme”, subrayó.

En materia de seguridad pública, Sierra lamentó que muchos municipios del país carezcan de policías o cuenten con corporaciones insuficientes, situación que dificulta la reacción ante delitos que afectan al comercio y la industria. “Si queremos un México atractivo a la inversión, necesitamos seguridad, certeza jurídica y una política energética clara. Esas son las tres condiciones fundamentales”, apuntó.

El líder empresarial también criticó la falta de recursos asignados a seguridad en el presupuesto federal del próximo año. “Mejores policías, mejores fiscalías y mejores ministerios públicos requieren presupuesto. No lo vemos reflejado”, advirtió.

Sobre el impacto económico en la región fronteriza, Sierra alertó que el cierre de negocios por inseguridad coincide con un panorama nacional de bajo crecimiento económico. “Estamos en un escenario de cuasi recesión. Es un contrasentido cuando tenemos una oportunidad enorme con la relocalización de cadenas de suministro hacia Estados Unidos”, dijo.

Finalmente, recordó que, de acuerdo con datos de Coparmex, uno de cada dos socios ha sido víctima de al menos un delito, destacando el robo de mercancías, el robo al transporte y la extorsión, incluido el cobro de piso. “No podemos normalizar esto. Sin seguridad, no hay inversión; sin inversión, no hay crecimiento”, concluyó.

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