En Reynosa no hay alcalde, hay un heredero sin corona. Un joven que confunde mandato con herencia y cree que gobernar es posar frente a cámaras, mientras la ciudad se hunde en baches, basura y agua turbia. Carlos Peña Ortiz no manda: obedece. Es el eco de su madre, la senadora Maki Ortiz, la verdadera operadora de un poder que ya no convence ni a los suyos.

Durante años vendieron la historia de una continuidad “eficiente”, de un proyecto familiar disfrazado de administración pública. Hoy lo que queda es una caricatura del poder: un alcalde que presume autonomía, pero no da un paso sin pedir permiso; un despacho que parece filial del Senado; y una ciudad que paga el precio de los caprichos de una dinastía política que no entiende que Reynosa no es una herencia, sino una responsabilidad.

La soberbia se nota. Se nota en su forma de hablar, en sus desplantes, en ese desprecio con el que responde a las críticas, como si gobernar fuera un favor que nos hace. Se nota cuando llama “gente corriente” a quien le exige resultados, cuando se refugia en discursos victimistas y cuando su administración comete errores que otros tienen que corregir. Porque sí: ha sido el Congreso el que ha tenido que enmendarle la plana, detener cobros injustos y frenar abusos. Eso no es liderazgo, es incompetencia con fuero.

Mientras los ciudadanos padecen la inseguridad, los servicios deficientes y el hartazgo de ver cómo el apellido Ortiz se aferra al poder como si Reynosa fuera propiedad privada, el alcalde sigue actuando como si no pasara nada. Como si su mandato fuera un reality show en el que el guion ya está escrito por su madre y los protagonistas son ellos mismos.

El problema no es solo la soberbia. Es el vacío de carácter. Es tener un alcalde que no manda, una ciudad que no avanza y una clase política que ya no gobierna: administra su ego. Y lo más grave es que todavía cree que la gente no lo nota.

Reynosa no necesita un hijo obediente ni una madre omnipresente. Necesita autoridad, humildad y resultados. Porque la soberbia de poder no dura mucho cuando el pueblo deja de tener miedo y empieza a tener memoria.

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Marco Esquivel

Valle Hermoso, Tamaulipas 1973
Periodista, Agente de Seguros y Consultor Político

Tiene una maestría en Gobierno y Política Pública; un Máster en Gestión de Riesgos y un Máster en Consultoría Política. Es director general del periódico digital HOYTamaulipas.

Como agente de Seguros, en 2024 obtuvo la designación como Máster en Seguros Personales, concluyendo su carrera con el Diplomado en Finanzas Personales y Familiares en el ITAM; cuenta con cédula para intermediar seguros personales, empresariales y agrícola y ganado, en 2025 otuvo su cédula para intermediar Fianzas. Es miembro de la Million Dollar Round Table (MDRT) que congrega a los mejores agentes de seguros internacionalmente.