Altamira, Tamaulipas. - Autoridades realizaron un cateo en un rancho ubicado en Eulalia Narváez 201, en el Ejido Agua de Castilla de Altamira, propiedad de la actual pareja de Alejandro Ávila, odontólogo acusado de sustraer y retener de manera ilegal a su hija, separándola de su madre Gabriela Salazar Bujanos.

El operativo se llevó a cabo como parte de la búsqueda para localizar a la menor, luego de que el pasado 29 de agosto una resolución judicial provocara que la niña fuera apartada de su madre. Sin embargo, el cateo concluyó sin resultados positivos y el paradero de la menor continúa siendo desconocido.

El caso se ha convertido en un dilema para las autoridades, que ahora buscan corregir un procedimiento que diversas voces señalan como irregular.

Organizaciones feministas y ciudadanos exigen una investigación a fondo sobre la actuación de la jueza que tomó la decisión inicial, así como de los actuarios y policías estatales que participaron en el desalojo de la menor.

Mientras tanto, Alejandro Ávila permanece prófugo, lo que incrementa la preocupación sobre la seguridad y el bienestar de la niña. Colectivos y familiares insisten en que se tomen medidas urgentes para localizarla y garantizar su regreso con su madre.