Acontecimientos lamentables con desenlaces fatales como resultado de errores humanos, son los accidentes a gran escala que se han registrado en varias regiones del país, provocando consternación y afectación en la población.

Son múltiples los acontecimientos negativos con desenlace fatal que se han registrado, ante los ojos de las autoridades que se han visto incapaces de evitar estas tragedias, resultado de errores humanos que derivan en accidentes, causando un devastador impacto y ocasionando víctimas, lo que además afecta a las familias de las víctimas y conmocionando a la sociedad en general.

Desde varias décadas y a la fecha, México ha registrado numerosos accidentes en diversas áreas como viales, laborales o eventos públicos, cuyas causas principales fueron la falta de prevención, condiciones inseguras y factores humanos, sucesos que pudieron haberse evitado con una mejor y mejor gestión de riesgos y la aplicación de medidas de seguridad adecuada.

Accidentes provocados por la acción humana como explosiones de gas en ductos de Pemex; explosiones en pipas de gas que causaron numerosas víctimas, como la ocurrida en Iztapalapa; derrames de sustancias tóxicas; contaminación ambiental; accidentes industriales; incendios forestales; deficiencias estructurales en iglesias o escuelas con techos colapsados, entre otras situaciones, han conmocionado a la sociedad y lamentablemente han enlutado a muchas familias.

Las causas pueden ser diversas e incluso intencionadas; por el descuido, la falta de protocolos de seguridad, la sobreexplotación de recursos, errores en la construcción o falta de mantenimiento de infraestructuras, decisiones incorrectas o negligencia humanas o fallas de seguridad, son algunos de los factores que son considerados como elementos esenciales para provocar accidentes y tragedias, ocasionando decesos, heridos, pérdidas económicas millonarias y daños ambientales.

Los accidentes y desastres provocados por la actividad humana son numerosos y de diversos tipos, muchos de ellos se encuentran en los registros de las páginas de “nota roja” de diversos medios de comunicación y hoy forman parte de la “historia roja” de México.

Entre algunos de ellos se encuentran accidentes industriales y tecnológicos que han derivado en explosiones, derrames de sustancias tóxicas y otros incidentes en fábricas o en el transporte de materiales peligrosos.

No es posible ni está permitido que las pipas que transportan materiales peligrosos anden a toda velocidad en la calle, ponen en riesgo a la población debido a la naturaleza inflamable del material que transportan.

Este tipo de transporte debe de estar bien regulado para operar, las pipas deben contar con los permisos necesarios de las autoridades energéticas y de transporte, seguros vehiculares, además de que sus conductores deben respetar las normativas de tránsito para garantizar la seguridad de todos.

La seguridad de las pipas de materiales peligrosos depende del estricto cumplimiento de las normas, de la responsabilidad de las empresas y de los conductores.

Asimismo, la contaminación ambiental también se hace presente, el derrame de petróleo y las fugas de gas en ductos de Pemex han provocado daños ecológicos de consideración al país.

El 99% de los incendios forestales, son causados por la actividad humana, como fogatas mal apagadas, descuidos en prácticas agrícolas o acciones intencionadas.

La sobreexplotación del suelo, la deforestación y el mal uso de las tierras agrícolas causan la desertificación, degradando con ello la tierra fértil y afectando la seguridad alimentaria.

En muchas entidades del país, se requiere de una gestión eficaz que contemple un proceso continuo de identificar, analizar, evaluar y monitorear los riesgos, implementando estrategias de evasión, mitigación y aceptación, y fomentando una cultura de riesgo y seguridad dentro de las empresas, el gobierno y la sociedad.

La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) identifica el error humano como la principal causa de accidentes de trabajo. Según indica que entre el 80% y el 90% de la siniestralidad laboral grave se encuentra el error humano.

Estos accidentes, asegura la OSHA, pueden ser prevenidos mediante la capacitación adecuada en seguridad y salud laboral.

De acuerdo esta organización, el 99% de los accidentes de trabajo que se producen cada año son evitables.

Los accidentes, siniestros o contingencias, se atribuye a la falla humana, negligencia, conducir bajo estrés, bajo el efecto del alcohol o drogas; fatiga o con falta de concentración, distracción y factores como la falta de concentración, fallas mecánicas o de infraestructura.

La falta de capacitación en el manejo de maquinaria o sustancias peligrosas, condiciones de trabajo inseguras, como instalaciones deficientes, y la falta de cumplimiento de protocolos de seguridad establecidos forman parte de los factores que ocasionan accidentes.

La seguridad implica análisis continuos y minuciosos, así como la gestión de riesgos para planificar, prevenir, identificar, evaluar, controlar y mitigar peligros y riesgos para establecer las medidas de control efectivas, a través de un proceso continuo de planificación y soluciones para otorgar seguridad y protección a la población.

La seguridad debe de ser permanente en todos los sectores que integran a la sociedad y el país; la seguridad no es un objetivo que se alcanza y se olvida, sino un estado permanente para asegurar y alcanzar el bienestar personal y de la población.

La seguridad involucra a todas las partes que integran al país y debe convertirse en un hábito con formación continua, no basta con tener reglamentos, leyes y normas escritas, sí no se cumplen; la seguridad es una condición que beneficia a todos y requiere de compromisos eficaces y eficientes de manera continua para evaluar y eliminar riesgos e identificar peligros y establecer medidas de control que garanticen la integridad física de la población, el entorno y el patrimonio.

Se debe de mantener activa una cultura de prevención sólida y adoptar políticas efectivas que protejan a la población.

Ya no basta de buenas intenciones, hoy el país requiere de una acción coordinada entre los diferentes niveles de gobierno y los sectores privado y social, implementando acciones y estrategias de prevención de accidentes.

El gobierno, la sociedad y el sector privado deben adoptar prácticas sostenibles y seguras diariamente para proteger el medio ambiente y prevenir accidentes, creando un futuro más seguro para todos.

Así las cosas…

¿Y Usted, qué opina?

Nos vemos a la próxima.

Carlos Álvarez

Analista y Auditor. Consultor Externo. Certificado ante el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).

Libros publicados: “El Tamaulipas y el México que Anhelan los Jóvenes para el Siglo XXI”, “El Gran Juicio” y “El Lago Encantado y el Maravilloso Pueblo Azteca”. Escribe en varios medios de comunicación del Estado.