Matamoros, Tamaulipas. - Te amo con todo mi corazón, amor, exclamó doña María del Carmen al ver entrar a la sala de audiencia a su hijo Juan “N”, de 34 años, acusado de matar a su hermano menor en el Fraccionamiento Fundadores de Matamoros. Posteriormente, ambos lloraron.

Fue así como dio inicio la audiencia de control de detención de Juan “N”, empleado de Game Over, señalado de matar a su propio hermano Isaac, de 19 años, de oficio obrero, en hechos ocurridos el pasado domingo 24 de agosto.

En la sala de audiencia se encontraban más familiares del imputado y algunos oyentes, pues fue pública, además de un representante de este medio de comunicación que documentó lo ocurrido en el inicio de este proceso.

El acusado fue representado por los licenciados Gabino Armendáriz y Fernando Medina, cuyo objetivo era reclasificar el delito de su cliente, de homicidio calificado a homicidio culposo o simple, pues alegaban que lo ocurrido fue un accidente.

El juez de Control de detención fue Christian Osiris Hernández Cortina, inició dándole la palabra al Ministerio Público para la petición de la legal detención, siendo aceptada por el representante de la sala como legal, pues se aportaron los datos de prueba necesarios para que así lo determinara, a pesar de que el abogado defensor Gabino externó ejemplos “burdos”, como él mismo los mencionó, para que no procediera.

Su ejemplo fue tirar un papel en la mesa y recogerlo de inmediato, dando a entender que así de rápidas deberían de realizarse las detenciones para que fueran legales y en flagrancia, argumentando que los policías investigadores “suspendieron” la búsqueda del acusado al regresar al lugar de los hechos, donde se dio el arresto del indiciado al él entregarse.

Sin embargo, la Fiscalía argumentó que sí se detuvo en flagrancia, pues los elementos efectivamente regresarán a la escena del crimen en busca de más información sin suspender la búsqueda del presunto culpable.

Cabe mencionar que al acusado se le detuvo tras entregarse y ser reconocido por su vestimenta, complexión y tatuajes, entre ellos uno de la Muerte en su brazo izquierdo, además de que su misma madre lo señaló al verlo llegar.

DATOS DE PRUEBA

De acuerdo con los datos de prueba que aportó el Ministerio Público de los relatos de los testigos de los hechos —en este caso doña María, su hija Rebeca y su yerno de nombre Luis, quienes habitan en la misma casa junto con Juan y el ahora occiso—, se estableció que a las 15:00 horas doña María se encontraba en la sala de su hogar, mientras su hijo Isaac dormía en su recámara, pues había llegado cansado de trabajar.

Fue entonces cuando entró a la vivienda el acusado mostrándole un arma de fuego, después se metió a la recámara que compartía con su hermano menor y posteriormente se escuchó el disparo.

Se reveló que Juan salió con su hermano en brazos y luego dejó el cuerpo frente a su madre, diciéndole textualmente: “Perdona, mamá, ya la cagué, yo no lo quise hacer, se me disparó la pistola”, para finalmente escapar a bordo de una camioneta Honda Odyssey.

Tras los hechos, la hermana de la víctima y su esposo bajaron a la planta baja donde ocurrieron los hechos, encontrando ya sin vida al joven junto a su madre en llanto, alcanzando a ver a Juan con la pistola.

Se reveló que el propio acusado reportó al número de emergencias 911 lo sucedido y posteriormente huyó, siendo testigo de la fuga un vecino, quien reveló que Juan, al verse observado, “le sacó el dedo” y luego se fue “quemando llanta”, declarando además que el acusado es una persona muy problemática.

Otro de los datos de prueba fue el dictamen que presentó la perito de Servicios Periciales, quien al inspeccionar la habitación donde ocurrió el crimen encontró un casquillo percutido calibre 9 milímetros sobre la cama de la víctima, además de manchas de sangre y un orificio de bala en la funda de la almohada. Por ello, la Fiscalía determinó que la víctima estaba dormida al momento del acontecimiento.

Además, se determinó que el disparo que recibió el joven fue en la cabeza, con entrada y salida de la bala. El proyectil no fue localizado y tampoco fue hallada la pistola, pues el arma el señalado se la llevó y, cuando volvió, ya no regresó con ella, dejándola abandonada en otro lugar, al igual que la camioneta, unidad que sí fue localizada en la colonia Bancaria.

SE ENTREGA

En la declaración de la madre de los involucrados se reveló que, luego del crimen, su hijo Juan le llamó por teléfono celular y le pidió que lo perdonara, prometiendo entregarse y asegurando que amaba a su hermano. Cumplió su palabra, pues regresó a la escena del crimen para ponerse a disposición de las autoridades, no sin antes abrazar a su madre.

La mujer le externó el perdón y le comentó creía en su palabra, pues ella también estaba segura de que todo fue un accidente.

MADRE Y HERMANA CAEN EN CONTRADICCIONES

En el desahogo de pruebas, el abogado defensor le solicitó al juez que la mamá y la hermana de los involucrados nuevamente rindieran su declaración con el fin de reclasificar el delito. Sin embargo, perjudicó más, pues ambas cayeron en contradicciones.

Por ejemplo, la madre reveló que después de que Juan llegó a la casa, le mostró el arma y le pidió que guardara eso —refiriéndose a la pistola—, pero no le hizo caso. Después se fue al cuarto con su hermano, alcanzando a escuchar que estaban platicando y, a los diez minutos aproximadamente, se escuchó el disparo.

Cayó así en contradicción, pues en su primera declaración dijo que tras la llegada de su hijo mayor le mostró la pistola y, al poco tiempo de que entró al cuarto, fue el disparo.

Textualmente, esto dijo en su nuevo testimonio: “Cuando llegó me mostró la pistola, le dije que guardara eso y luego se fue para el cuarto, estaban platicando, luego de 10 minutos escuché el estruendo, después vi que Juan venía con mi niño en sus brazos y lo dejó en el suelo y me tiré con él.

Me dijo: mamá perdóname, fue un accidente, mamacita de mi vida, perdóname por el amor de Cristo, y le contesté que yo sabía que había sido un accidente, que lo perdonaba”.

Añadió que cuando su hijo se entregó lo besó y le reiteró su perdón.

“Fue un accidente, yo se lo juro, yo lo parí”, le dijo entre el dolor la madre al juez.

Mientras tanto, la hermana en su intervención reveló que ella estaba en la planta baja cuando su hermano Juan llegó a su hogar; sin embargo, su mamá había declarado lo contrario ante la Fiscalía, pues ella en todo momento aseguró que estaba sola en la planta baja al momento del hecho, cayendo también en contradicción.

La hermana también dijo que a Juan ella lo corrió de la casa tras lo sucedido, esto para descartar de que él había escapado.

EL ACUSADO ESTABA EBRIO

En relación con el examen de alcoholemia que se le practicó a la víctima y al acusado, Juan salió positivo, mientras que Isaac dio como resultado negativo en alcohol y drogas.

JUEZ LO VINCULA A PROCESO

A pesar de que la mamá y la hermana del acusado alegaban que lo sucedido fue un accidente, el juez no encontró datos de prueba suficientes para así determinarlo y, frente a una madre dolida y en llanto, resolvió vincular a proceso a Juan por el delito de homicidio calificado con todas sus agravantes, determinando la prisión preventiva por tratarse de un delito grave.

Al finalizar la audiencia, Juan miró a su madre, pero ya no con rostro de llanto ni aflicción, sino serio, mientras que la mujer salió quebrantada al saber que en poco tiempo perdió a dos de sus siete hijos.