Inflación se desacelera…
Día tras día la vida es más cara, miles son las madres y padres de familia que se quejan de que el dinero rinde menos y no alcanza para adquirir la despensa completa y cubrir los servicios básicos prioritarios.
En varias localidades y regiones se registra una percepción de inflación generalizada por el aumento de precios que hace que el dinero rinda menos. Actualmente el costo de vida registra un aumento importante, lo que está provocando restricciones en la adquisición y consumo de bienes y servicios.
Muchas familias consideran que al comprar, el dinero alcanza menos que en antes.
Las familias reflejan una constante preocupación por la inflación que se registra, lo que ha derivado al aumento de precios de algunos bienes y servicios esenciales, provocando que la vida se vuelva más costosa al paso del tiempo.
Algunos países de américa latina registran desaceleración en su crecimiento, mientras otros se encuentran en etapas de recesión, caracterizada por la disminución en la producción, el empleo y la actividad económica, provocando la caída del Producto Interno Bruto (PIB).
La inflación provoca que las personas registren depresión financiera, caracterizada por la presencia persistente de tristeza, depresión, pérdida de interés o placer en actividades, cambios en el apetito o el sueño, fatiga y dificultad para concentrarse.
La depresión financiera que viven varias familias son fases que muchas personas enfrentan ante la falta de oportunidades y el desempleo que se está presentando, lo que provoca la pérdida generalizada de ingresos y dificultades económicas para las personas.
La inflación afecta más a los hogares de bajos ingresos, ya que una mayor proporción del gasto se destina a alimentos y productos básicos.
Las tensiones comerciales internacionales como las políticas anti migrantes, la imposición de aranceles a varios productos, la disminución del flujo de remesas y la desaceleración económica de Estados Unidos son algunos de los factores que afectan a diversas economías del planeta, perjudicando las economías familiares y a varias industrias relacionadas con las exportaciones.
De acuerdo a informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señala que en junio se registró una disminución mensual de 46,378 puestos, el equivalente a una tasa de -0.2%.
Al 30 de junio de 2025, se tienen registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) 22,325,666 puestos de trabajo, de los cuales el 87.5% son permanentes y el 12.5% son eventuales.
El IMSS informó que al 30 de junio de 2025, se tienen inscritos ante el Instituto 1,041,636 registros patronales, una tasa de variación anual negativa de 2.9%.
En el primer semestre de 2025 se crearon 87 mil 287 puestos de trabajo, los sectores que reportaron una tendencia de incremento porcentual anual en generación de empleo fueron comercio (2.9%), electricidad (1.5%) y transportes y comunicaciones (1.4%).
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en mayo de 2025, presentó un nivel de 140,012: aumentó 0.28 % respecto al mes anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 4.42%. En el mismo mes de 2024, la inflación mensual fue de -0.19 % y la anual, de 4.69 %.
El índice de precios subyacente, que excluye bienes y servicios con precios más volátiles, o que no responden a condiciones de mercado, incrementó 0.30 % a tasa mensual.
Los precios de las mercancías subieron 0.35 %, los de servicios, 0.24 por ciento y los precios de los productos pecuarios crecieron 3.48 %.
La tasa de inflación quincenal general en la primera quincena de junio fue del 4.51% en México, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Los productos del subíndice de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” registraron un incremento quincenal importante en precios y fueron: zanahoria (8.20%), cereales en hojuelas (2.38%), lechuga y col (2.25%), otras verduras y legumbres (1.96%), naranja (1.63%), Piña (1.42%), Atún y sardina en lata (1.18%), Leche en polvo (1.15%), Carne de cerdo (1.15%) y Manzana (1.12%).
Los productos del subíndice de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” que registraron una reducción quincenal importante en precios fueron: chile poblano (-13.24%), guayaba (-10.35%), chile serrano (-9.41%), papaya (-9.37%) y pepino (-8.87%).
Asimismo la carne de res y de cerdo presentaron una variación porcentual quincenal de 0.71% y 1.15% respectivamente, mientras, el precio del pollo presentó una variación porcentual quincenal de -0.09%.
Así también algunos servicios que destacaron por su impacto inflacionario estuvieron la Vivienda propia que aumentó de 0.17%, Transporte aéreo con un incremento de 9.87%, Loncherías, fondas, torterías y taquerías, registraron un aumento de 0.41%.
Durante la primera mitad de julio, la inflación llegó a 3.55% a tasa anual, los bienes y servicios que registraron precios de incidencia a la baja en la inflación fueron la uva, con una disminución quincenal de 11.96%; papaya con -5.86%; limón con -5.73%; tomate verde un 3.34%; aguacate con -3.21%; pañales con -2.0%; pollo un -1.79%; y tequila con -1.29%.
Por su parte, los alimentos y servicios que presentaron alza de la inflación durante la primera quincena de julio de 2025, fueron los nopales, con un aumento quincenal del 14.44%; transporte aéreo con 11.25%; lechuga y col con 8.71%; cebolla un 4.2%; huevo un 3.29%; loncherías, fondas, torterías y taquerías con 0.3%; restaurantes y similares con 0.23%; y vivienda propia con 0.11%.
El incremento en los precios de alimentos y mercancías, principalmente en productos como carnes (cerdo, res y pollo), es un factor clave en el repunte inflacionario.
El incremento de algunos productos básicos y alza inflacionaria ha provocado que las personas, consumidores y familias adopten medidas de austeridad para comprar o adquirir lo esencial y disminuir el consumo o racionalizar la canasta básica.
La inflación está registrando una baja significativa, lo que representa una desaceleración en el aumento de precios de bienes y servicios en la economía mexicana.
Cabe destacar, que una inflación a la baja es importante porque promueve el uso eficiente de los factores de producción, incentiva la inversión y en caso de ser estable y predecible, reduce la incertidumbre económica, permitiéndole a las empresas y a la población planificar mejor sus inversiones.
Los consumidores ya le piensan al comprar, sólo adquieren lo que necesitan y muchos ya no compran por kilos, sino por gramos y lo esencial, algunos solo adquieren verduras, mientras otros únicamente frutas; igual ocurre con carnes, pescados, mariscos y pollo, mientras que en el caso de medicamentos, muchas son las personas que adquieren genéricos o de similares para tratar sus malestares de salud.
Hoy muchas familias están planificando las compras, comparan precios, aprovechan ofertas, evitan realizar compras impulsivas, evitan el desperdicio de alimentos y reutilizan las sobras, buscan alternativas más económicas de compras, cocinan en casa y evitan comer fuera.
Así las cosas…
¿Y Usted, qué opina?
Nos vemos a la próxima…
Carlos Álvarez
Analista y Auditor. Consultor Externo. Certificado ante el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).
Libros publicados: “El Tamaulipas y el México que Anhelan los Jóvenes para el Siglo XXI”, “El Gran Juicio” y “El Lago Encantado y el Maravilloso Pueblo Azteca”. Escribe en varios medios de comunicación del Estado.
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