Altamira, Tamaulipas. - La saturación en las áreas de urgencias ha obligado a los rescatistas voluntarios del grupo SINAREM a trasladar pacientes de un hospital a otro en busca de atención médica, reveló el comandante de la agrupación Humberto Romo Zúñiga.

Explicó que se han visto en la necesidad de realizar traslados desde el Hospital ‘Torre Cantú’, ubicado en la zona ejidal de Altamira, hasta el ‘Carlos Canseco’ de Tampico, debido a que no hay espacio para atender a los pacientes en el primer punto.

La situación también se presenta en la clínica del IMSS conocida como La Morita, donde, según denunció, hay serias carencias. Esto los ha llevado a trasladar pacientes incluso hasta el IMSS de Ciudad Madero.

Además del desgaste físico y emocional que representa para los pacientes y sus familias, los traslados implican un fuerte golpe económico, ya que pueden alcanzar costos de hasta mil pesos por unidad.

Romo Zúñiga indicó que en algunas ocasiones se comunican previamente con personal médico de los hospitales para verificar si hay espacio, y así evitar dar vueltas innecesarias con los pacientes a bordo. Sin embargo, esto no siempre es posible.

La falta de capacidad hospitalaria y de infraestructura adecuada para la atención de urgencias en la región se mantiene como una asignatura pendiente para las autoridades de salud.

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