Matamoros, Tamaulipas. - En tan solo una semana, del 30 de mayo al 5 de junio, el cuerpo de Bomberos de Jugantes Pendos atendió siete reportes por fuga de gas doméstico, según informó su comandante, Gustavo Acuña. Uno de los incidentes fue particularmente grave, ya que culminó en una explosión que dejó como saldo una persona lesionada y generó daños materiales en la vivienda afectada.

El comandante explicó que las principales causas detectadas en estos reportes están relacionadas con el uso de cilindros en mal estado, y fallas en las conexiones o mangueras de las líneas de gas.

“En la mayoría de los casos, los usuarios no detectan las señales de deterioro en los cilindros o sus instalaciones. Muchas veces las mangueras presentan grietas, o los reguladores ya no funcionan correctamente, y aun así se sigue usando el equipo. Eso representa un riesgo enorme”, señaló Acuña.

El jefe del cuerpo de Bomberos hizo un llamado urgente a la población para que adopte medidas preventivas y dé mantenimiento regular, tanto en los hogares como en los comercios que utilizan gas LP.

“Es fundamental que los ciudadanos estén atentos al estado de sus instalaciones. El proveedor de gas debe enviar técnicos capacitados para hacer revisiones periódicas, y si se detecta alguna irregularidad, esta debe corregirse de inmediato. Una simple fuga puede convertirse en una tragedia”, advirtió.

En el caso más reciente, la acumulación de gas en un espacio cerrado fue lo que provocó la explosión. El comandante explicó que este tipo de situaciones pueden generar consecuencias severas no solo para quienes se encuentran dentro del lugar, sino también para personas en un radio cercano.

“Cuando el gas se concentra en grandes volúmenes y encuentra una chispa o fuente de calor, la explosión puede afectar a personas que ni siquiera estaban dentro del inmueble. La onda expansiva puede causar daños internos a órganos sensibles como pulmones, oídos e intestinos, incluso si no hay contacto directo con el fuego. Ese es el verdadero peligro de estas fugas”, explicó.

Además del riesgo humano, estos incidentes suelen provocar pérdidas materiales considerables y, en casos extremos, incendios de gran magnitud. Por ello, las autoridades recomiendan revisar regularmente válvulas, mangueras, conexiones, y el estado físico de los cilindros, y no ignorar olores a gas ni sonidos inusuales que puedan indicar una fuga.

Acuña reiteró que la prevención es la única forma efectiva de evitar estas emergencias:

“Estas fugas no avisan. Cuando ocurren, ya es tarde. Por eso, hacemos un llamado constante a la población para que revise, mantenga y repare sus instalaciones. Lo que hoy parece una molestia menor, mañana puede ser una desgracia”, concluyó.

Sj