Póker, ruleta, dominó, rasca y gana, quinielas, un volado y hasta el piedra, papel o tijera, se consideran juegos de azar y/o de suerte. Palabra suerte, cuyo significado puede ser:

Encadenamiento de los sucesos, considerado como fortuito o casual, o circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede.

Muchos, si no es que la mayoría de las personas así lo consideran o toman que la suerte así es. Otros creen que un acto considerado como suerte simplemente es una probabilidad estadística o un hecho que si o si iba a suceder. De mi parte si creo que a veces es empleado por dar razonamiento a algo que no es fortuito.

Explico mejor con un ejemplo, en el ámbito futbolero se dice que portero sin suerte no es portero, o a veces cuando un disparo pega en uno de los postes comentan sobre la suerte del arquero y/o del equipo. Pero si lo analizamos bien, cuando un balón pega en (X) lugar de los tres postes, es porque fue golpeado a esa dirección y pertenece más a la física, así como el movimiento del objeto tras ser impactado de tal manera y hasta los factores como el viento, lluvia, etc., que puedan intervenir.

Por otro lado, existen personas que creen que cada quien crea su propia suerte, y también es válido. Eso es en cuanto a una breve explicación del tema en puerta, 

Ahora, si una tómbola también es un acto donde la suerte interviene, ¿por qué tanta controversia en la elección “fortuita” de candidaturas para el proceso de la elección judicial? ¿Si no hay nada que esconder por qué renegar? ¿O acaso fue con truco como algunas ruletas amañadas de los casinos?

¿Juegos del azar o azares del destino?

Estamos a dos días de una elección que ha generado gran expectativa en muchas partes del mundo, por ser el primer país en implementar una metodología como la actual para la elección de todos los puestos dentro del esquema del poder judicial. Largo tema para mencionar pero que ya ha sido muy comentado y discutido en las semanas pasadas.

Momento sin duda crucial y que será un parte aguas para México.

Un tío mío decía que entre gitanos no se vale leerse las manos, y si sabemos cómo somos ¿para qué nos sorprendemos? Que sea lo que tenga que ser y que cada quien se acuerde que pensó y como actuó en este momento.

No soy fan de los juegos del azar pero quizá llegó el tiempo para comprarme un boleto de lotería o jugar al Melate, con revancha y revanchita. 

04, 06, 07, 10, 11, 12, 22, 34, 43, y así otros tantos números.

Se me vino a la mente la sucesión de Fibonacci pero así no es, ¿o quizá los vi con Mizada Mohamed? De cualquier forma, tengo un fuerte presentimiento que estos de alguna manera son números de la suerte.

Será el sereno, pero la suerte ya está echada.

 ¡Ajua compadre!

¿Qué pasó compadre porque usted con tanta bota, sombrero y guitarra?

Pues como dijiste que tú traías el acordeón yo me vine listo para darle a unas rolas fregonas...

Feliz viernes, Dios me los bendiga a todos.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)