Matamoros, Tamaulipas. - En una acción conjunta entre el Club Rotario Matamoros Sur, el Instituto Tecnológico de Matamoros y la organización Sí Podemos, se realizó la entrega de 30 computadoras portátiles a la escuela primaria José Urbina, conocida por muchos como la escuela donde estudió Paloma González y ubicada rumbo al basurero municipal.

Carlos González Lima, empresario local, informó que esta entrega forma parte de un esfuerzo sostenido por cerrar la brecha digital entre los estudiantes de Primaria.

“Nos da mucha satisfacción poder compartir con la comunidad lo que estamos haciendo desde Sí Podemos, en colaboración con el Club Rotario Matamoros Sur. Con esta entrega, ya sumamos aproximadamente 2,500 niños capacitados en 20 primarias de Matamoros”, comentó.

El programa comenzó en 2016 y ha tenido un impacto notable. “Hemos trabajado en cerca de 180 escuelas primarias, capacitando a más de 22,000 niños hasta la fecha. Y esto no se detiene aquí.

Estamos comprometidos a continuar el próximo ciclo escolar 2025-2026 con más entusiasmo, porque estamos convencidos de que la educación de calidad es la clave del éxito para nuestros niños y jóvenes”, agregó González Lima.

Uno de los aspectos más valiosos de este programa es que no solo se entregan equipos de cómputo, sino que también se imparten clases de programación a los niños. Estos talleres son impartidos por estudiantes del Tecnológico de Matamoros que se encuentran en sus últimos semestres de la carrera de Programación y que realizan su servicio social con la organización.

“Les enseñan a los niños cómo programar, cómo crear un videojuego, cómo generar sinergia con la tecnología. Es una estrategia muy valiosa que apunta a preparar a nuestros estudiantes para los retos del siglo XXI”, destacó.

Este esfuerzo representa un modelo de colaboración educativa y social que beneficia a todos los involucrados: los jóvenes universitarios cumplen con su servicio social y reciben un pequeño apoyo económico, mientras que los niños de las primarias públicas de Matamoros acceden a herramientas tecnológicas y conocimientos que antes les eran ajenos.

“Es un ganar-ganar para Matamoros”, concluyó.