¿Crimen de Estado?
Rechazar la petición de Luis Donaldo Colosio Riojas de indultar al homicida de su padre, porque según dice Andrés Manuel López Obrador: ‘se trató de un crimen de Estado, y no quiere se deje de investigar, lleva a suponer que lo hace con una aviesa intención.
Obvio es, culpar del crimen a la vieja clase política que lo antecedió en la Presidencia de la República.
Durante los primeros cinco años de su mandato constitucional, Andrés Manuel nunca se ocupó del asunto. Ni tampoco lo calificó, como ahora sí lo hace, de ser un asesinato fraguado en las entrañas gubernamentales.
A tres décadas de distancia y justo en pleno proceso electoral de 2024 le ha dado en abordar el tema, manoseándolo también con investigaciones nuevas, como otrora lo hicieron sus antecesores: Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Al rechazar la solicitud de Luis Donaldo Colosio Riojas, el tabasqueño dijo: “Quiero contestar que no puedo hacerlo, sé que él ya no quiere ni sus familiares saber nada de esto que fue terrible, pero se trata, repito, de un asunto de Estado y yo quiero que, en lo que a mí corresponde, no se deje de investigar. Yo no voy a dar un carpetazo a un asunto así”.
El próximo 23 de marzo se cumplirán 30 años del atentado contra Luis Donaldo Colosio Murrieta.
Ese mismo día podría dictarse la orden de liberación para su asesino confeso, a quien le fue reducida la pena carcelaria.
Y aunque lo que queda de la gran familia revolucionaria insiste aún en considerarlo un icono digno de toda veneración partidista –merced a su autenticidad política, liderazgo, congruencia, ética y honestidad, que en él fueron atributos personales y jamás se han puesto a discusión--, lo cierto es que a raíz de su muerte han sido pocos los priistas que han entendido, atendido y practicado puntualmente su legado.
¡Ah!, pero eso sí, desde hace tres décadas los dirigentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) --igual que sus promotores--, bien que han explotado la imagen de Colosio Murrieta para llevar agua a sus molinos –es decir, para beneficiar a sus propios grupos de interés--, pues en el fondo para ellos el nombre de Luis Donaldo sigue siendo un recurso harto vendible.
Así lo estimo porque de aquí al treintavo aniversario luctuoso, en toda la República Mexicana habrá de conmemorarse la fecha a través de ceremonias programadas ex profeso.
Más ahora que el presidente agita nuevamente las aguas.
Sin embargo, ninguna de ellas, estoy seguro, aportaría nada nuevo para desempolvar una pesquisa judicial ya archivada, pues la esencia de los eventos tiende a buscar el re-posicionamiento de políticos, sólo eso.
Además, su imagen sería utilizada por López Obrador para llevar agua al molino de Movimiento Regeneración Nacional (morena), culpando de tal magnicidio a los priistas.
Sobre todo, cuando estamos en un año electoral.
Y él, como presidente, hace campaña en favor de la mentada 4T.
Caso recurrente
El homicidio de Luis Donaldo, después de 1994, el tricolor lo rememoró cada 23 de marzo –fecha en que el malogrado candidato presidencial cayó abatido en la populosa colonia Lomas Taurinas, del municipio de Tijuana, en Baja California--, durante algunos años. Y cada uno de sus dirigentes de aquella época utilizaron el aniversario luctuoso para referir sus propios proyectos, no para recordar al hombre que consideran el ideólogo contemporáneo más sobresaliente de la historia.
Por tanto, ya con Zedillo en el poder, Luis Donaldo dejó de ser noticia y la entonces Procuraduría General de la República (PGR), como después lo hizo la Fiscalía General de la República (FGR) dieron en darle carpetazo a las pesquisas.
De ahí que las investigaciones que permanecían congeladas otra vez las reabra la FGR, pero conforme transcurre el tiempo el flujo de información va difuminándose, hasta que el asunto por cansancio quede olvidado.
Colosio Riojas, en su petición, expuso: “Apelando a la compasión del presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto, que lo indulte, que ponga un carpetazo final a este asunto. Que permita que tanto mi familia como México sanemos, que iniciemos un camino hacia la reconciliación a través del perdón”.
También señaló que caso debería dejarse ‘en manos de otra justicia’, pues en México (ésta) quedó a deber en su momento.
Cicuta
Hay políticos cercanos a López Obrador que, en 1994, cuando ocurrió el crimen de Luis Donaldo, formaban parte del séquito de aduladores del sonorense.
Ahí está Francisco Alfonso Durazo Montaño, quien fuera secretario particular de Colosio, incluso hasta el día en que fue ultimado.
Después se desempeñó como secretario particular y coordinador de comunicación social con Vicente Fox Quesada; y hoy preside el Consejo Nacional de morena, aparte de ser gobernador de Sonora.
¿Qué tanto sabe él del homicidio? ¿Qué le confió a AMLO?
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Juan Sánchez Mendoza
Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.
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