Aún que en nuestro estado y país habrá situaciones de relevancia para comentar sobre diversos temas y más ahorita en plena época política, en otras latitudes se están dando sucesos horrorosos que exacerban el ambiente bélico mundial. El conflicto armado en Ucrania ya lleva unas semanas en que está cobrando relevancia no solo por la falta de misericordia sino al contrario, por una postura fría y devastadora por parte de Rusia y en especial de su presidente Vladimir Putin.

Ya se han reportado ejecuciones de civiles a quemarropa, bombardeo con misiles a instalaciones como hospitales, múltiples ataques a zonas residenciales que no representan una amenaza; y en días recientes, los rusos lanzaron un misil (prohibido por muchos países en el mundo, ya que contiene material tipo esquirla para hacer el mayor daño posible) a una estación de tren en donde había una multitud esperando para poder huir de las zonas de guerra. Murieron al menos 50 personas en el ataque incluyendo adolescentes y niños, dejando también a decenas de heridos.

Bajo el criterio de leyes y tratados internacionales, esto se considera como crímenes de guerra:

“Un crimen de guerra es una violación de las protecciones establecidas por las leyes y las costumbres de la guerra, integradas por las infracciones graves del Derecho Internacional Humanitario cometidas en un conflicto armado y por las violaciones del Derecho Internacional. El término se define en gran medida en el Derecho internacional, incluyendo la convención de Ginebra. Los malos tratos a prisioneros de guerra, civiles y los genocidios son considerados crímenes de guerra.”

Muchos expertos internacionalistas ya consideran que Rusia ha incurrido en diversas omisiones y actos que se consideran como crímenes de guerra. Ya en diversas ocasiones el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo había acusado de ser un criminal de guerra pero se le tomaba más como una acusación a su rival político que a algo bien sustentado, siendo que Vladimir Putin ha acusado a los E.U. de ser unos hipócritas, que a conveniencia critican y cuando ellos lo hacen no dicen nada.

Y en parte es cierto, E.U. es perverso e hipócrita en estos temas pero no quita el hecho que él esté haciendo cosas horrendas en Ucrania.

El presidente ucraniano pide que el mundo actué de manera más severa en contra de Rusia, ya que la OTAN por lo delicado de la situación y las implicaciones que tendría una intervención directa por alguno de sus miembros, tiene que ser cauta. Ya diversos países del mundo están haciéndole llegar mayor armamento a Ucrania y algunos están aplicando medidas más severas de privación económica.

Aun con todo esto el presidente ruso no cesa en su intento de cumplir su cometido a toda costa. Si hace uno una reflexión más exhaustiva de los orígenes de la problemática y de la postura rusa, puede ser que encuentren muchas justificaciones. De hecho recientemente un artículo en “The Financial Times”, exponía precisamente esto, pero en verdad ¿qué justificación podrá haber para matar deliberadamente a inocentes civiles que en una estación de tren solo esperaban fugarse de la cruenta guerra?

Pasan los años y la humanidad parece no haber entendido las lecciones del pasado, no se nos quita lo bélicos, mientras nuestra humanidad se disipa ante el egocentrismo alimentado por una sociedad mundial que debe ya tener un punto de inflexión. Aunque sea en otra parte del mundo, no se nos olvide que todos formamos parte de el mismo planeta, lo que pasa en un lado afecta a los demás.

En otras palabras, todo lo que deberíamos estar exponiendo es que hay que darle chance a la paz, como bien cantó en su momento John Lennon. 

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)