Cancún, Quintana Roo.- La reactivación turística en Quintana Roo, después de la emergencia sanitaria generada por la Covid-19, tiene una recuperación que se refleja en más de 500 vuelos diarios y en una ocupación hotelera del 62 por ciento, expresó el gobernador Carlos Joaquín.

El gobernador de Quintana Roo recordó que, durante el peor momento generado por la pandemia, los vuelos cayeron a 14 por día mientras que la ocupación hotelera registraba apenas el 4 por ciento.

Sin embargo, pasada la etapa de confinamiento, se ha logrado la recuperación hasta lograr que en julio de este año se registrara un 38 por ciento arriba de lo registrado en el mismo mes de 2019 en turistas de los Estados Unidos.

Esto representa 150 mil turistas más de los que se tuvieron en 2019, en el primer mes de la temporada de verano. De Francia, se tuvo un incremento del 50 por ciento y el aeropuerto de Cozumel registró 73 por ciento más de turistas norteamericanos.

En este sentido, explicó que, desde la reapertura turística, del ocho de julio del año pasado al final de julio reciente, Quintana Roo ha recibido 9.3 millones de visitantes, de los cuales más de 4.4 millones son nacionales.

Para alcanzar esta recuperación, mencionó que la Secretaría de Turismo, puso en marcha acciones para la reactivación económica, como el Protocolo para la Reapertura del Sector Turístico en Quintana Roo.

Se incluye también la Certificación en Protección y Prevención Sanitaria en Instalaciones Turísticas que, hasta el pasado 26 de agosto, ha emitido 817 certificaciones.

Se obtuvo el Sello de Seguridad Global (Global Safety Stamp de WTTC), que convirtió a Quintana Roo en uno de los principales destinos a nivel mundial, con estándares que garantizan la higiene en establecimientos y las medidas para proteger la salud de los viajeros.

Se estableció la Estrategia para la Aplicación de Pruebas Diagnósticas de Covid-19 que permite, en primera instancia, cumplir con la recomendación de las autoridades sanitarias de los principales mercados turísticos, y también garantizar el abasto de pruebas diagnósticas de covid-19 -aprobadas por la OMS y avaladas en México por COFEPRIS e InDRE- para los turistas, y así contribuir a la reducción de su propagación.