Comerciantes del Parque Nacional Molino de Flores exigen expulsión de líderes corruptos
Texcoco, Edomex, (Agencia Informativa de México). – María del Rocío Pérez Santillán y Francisca Cervantes López, tienen 30 y 35 años de vender antojitos mexicanos en el parque nacional Molino de Flores, pero a pesar de su antigüedad, sufren represiones de parte de la dirigente de comerciantes, María Carolina Miranda Rivera.
A María del Rocío la quiere castigar un mes para que no venda sus productos a los visitantes de ese parque nacional, mientras que a Francisca Cervantes le cobra 30 pesos por usar el estacionamiento, cuando la cuota máxima es de 15 pesos.
Las represiones para estas comerciantes es porque se negaron a participar en una marcha en la autopista Peñón – Texcoco para protestar por la reelección de la alcaldesa Sandra Luz Falcón Venegas.
Y aunque se puso de pretexto de que la protesta también era para exigir que se permitiera el trabajo del domingo ya que estaban suspendidos por el covid, el ayuntamiento de Texcoco ya había permitido que se trabajara todos los fines de semana.
Sin embargo, la dirigente de los comerciantes del parque nacional Molino de Flores, ha sido reelecta más de una vez y se niega a dejar las prebendas que le deja la manipulación de los vendedores, el cobro de baños y el estacionamiento.
En el parque nacional Molino de Flores hay 117 vendedores registrados por el ayuntamiento y por el administrador del parque, pero muchos de ellos son presionados a participar en marchas innecesarias, solo para chantaje político.
Por ejemplo, este día, los comerciantes fueron obligados a asistir a una protesta en el zócalo de la ciudad de México «para exigir la destitución del encargado porque no los deja trabajar».
Sin embargo, el único fin de la dirigente de la Asociación de artesanos comerciantes y similares del Parque Nacional Molino de Flores es quedarse con el control de todo el parque.
Asimismo, la enlace municipal con el gobierno de Texcoco, Beatriz Hernández Michel, también ha ayudado y facilitado el trabajo para los comerciantes. Pero la dirigente de los comerciantes, María Carolina Miranda Rivera, ha abusado de su cargo, ya que ni sólo quiere quedarse con el control del parque nacional, dónde llegan más de 10 mil visitantes los fines de semana, sino también cobra a su antojo el estacionamiento y los baños públicos.
Pero en cambio no hay mejoras en las instalaciones de donde está el área de vendedores. Los juegos, puentes y otros atractivos se están deteriorando por falta de mantenimiento, ya que no se invierte dinero que se genera para sus respectivas reparaciones.
Los vendedores del parque nacional Molino de Flores están divididos en tres grupos, los de María Carolina Miranda Rivera, la Asociación Civil trabajadores del comercio del parque nacional Molino de Flores, a cargo del señor Nicanor Durán Rojas y los independientes.
Ella ha cometido abusos tales como exigir 3 mil pesos por no cumplir con las guaridas o mil 500 pesos por no estar en «los filtros».
Además de quedarse con el dinero del estacionamiento y los baños.
Desde que ella es dirigente, los juegos y espacios recreativos para los visitantes se han deteriorado, ya que no les dan mantenimiento.
Guillermo Durán Ramírez, vendedor de refrescos, dijo que las autoridades deben de frenar los abusos de la dirigente de comerciantes.
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