Siempre será por demás curioso presenciar la idiosincrasia del mexicano, podemos ser tan nobles como inhóspitos, tan trabajadores como flojos, nos quejamos amargamente de muchas cosas pero muchas veces no actuamos lo suficiente para revertirlas. Asi es mis estimados lectores, pareciera que somos el perfecto significado de lo que es un oxímoron, podemos llegar a ser brillantemente oscuros. Esta etapa de nuestras vidas es un fiel reflejo a ello, el Covid- 19 no vino a cambiar drásticamente las cosas en nuestras vidas o nuestro entorno cultural, solo vino a remover y sacar a flote lo que somos y lo que  podemos llegar a ser. Somos los mismos que podemos llegar a mostrar tal hermandad como en los casos de los terremotos, pero también somos los que pregonan que mean la ley seca, en plena pandemia hacen filas muy largas para comprar pizzas o cervezas, el no pasa nada, el coronavirus es puro cuento, etc.

Sí es cierto que Lopéz-Gattel ha sido controversial a la hora del manejo de la información, pero también es cierto que él no la recaba toda. Pasó del símbolo intelectual-sexual del momento a un blanco favorito para tirarle. Lo cierto es que la pandemia nos agarró a todos descuidados y con ello sacó a relucir aspectos ya muy compenetrados dentro de nuestra sociedad. Así como elevamos por cielos a una persona, después somos los mismos que lo pisoteamos y queremos enterrar.

No hay que equivocarnos, independientemente del origen de la pandemia y sus lamentables consecuencias, ya teníamos un sistema de salud carente, deficiente en muchos aspectos, corrupto y negligente. Eso no surgió con el covid-19 como también el llamado coronavirus no hizo por arte de magia tener índices de obesidad muy altos, asi como otros padecimientos en nuestro país. Somos el país que más consume coca cola en todo el mundo, hemos adoptado cada vez más costumbres “Yankees”, la comida rápida nos invade, los tamalitos son cambiados cada vez más por pizzas y hamburguesas. Hemos sido negligentes como sociedad, así como negligentes han sido los gobiernos desde hace años atrás en no implementar una cultura preventiva y permitir corrupción y opacidad en los sistemas de salud. Como dicen los gringos, “you are what you eat”, eres lo que comes, estamos como estamos porque hemos sido y somos como somos.

Por otro lado, mi corazón va para todas las personas que han perecido debido a la pandemia. Mi más sentido pésame. Espero no sea en vano y de esto saquemos muchas conclusiones.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)