Adicción al poder político
En el 2008, el político y médico británico David Owen publicó el libro “En el poder y en la enfermedad”. Owen fue uno de los pioneros en analizar a fondo el Síndrome de Hubris, o enfermedad del poder. La palabra “hubris” proviene del griego “hybris” (desmesura), en referencia a las acciones crueles, vergonzosas y humillantes que los poderosos cometían por mero placer, volviéndoles rígidos, egocéntricos, prepotentes y en el fondo irracionales.
El síndrome de Hubris es típico de quienes llegan a ostentar el poder en el campo político, militar, religioso, empresarial, deportivo o en otras entidades con autoridad sobre grupos de personas, y lo padecen casi todos los que han adquirido mucho poder sin estar dotados de la necesaria autocritica, ni de las condiciones para manejarlo, y si se consigue en poco tiempo peor.
Por su parte, otros estudiosos del tema, entre ellos David Mc Clelland, opina que el poder es inherente al cargo que cada persona ocupa y no a la persona en sí, por ello a mayor cargo mayor poder y agrega: la necesidad de poder es una de las necesidades humanas, las personas en las que predomina esta necesidad, casi siempre desean estar en el cargo más alto, por el solo hecho de tener más poder; el poder al ser una adicción, hace que la persona adicta quiere ser cada vez más poderosa, muchas veces sin importar como se logra el cargo que les permitirá este ansiado gran poder para satisfacer su monumental ego, podrían burlar la llamada meritocracia al conseguir sus grados académicos de forma muy irregular o fraudulenta, como conseguirlos por amistad .
Como podemos darnos cuenta, se habla de personas que quizás tengan cargos jerárquicos y grados académicos, pero con una falencia total de valores o quizás incluso pueden ser buenos profesionales, pero definitivamente, malas personas, pues dejaron de lado el crecimiento personal.
El conocimiento otorga poder, que puede ser utilizado para liberar o para oprimir, tenemos la creencia que el poder cambia a las personas y sobre este particular
El ex presidente de Uruguay, José Mujica, señala: “El poder no cambia a las personas, solo revela quienes son realmente”.
En la historia de México los grandes adictos al poder fueron Ignacio López de Santa Anna, Porfirio Díaz, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles fueron los más significados incondicionales al poder.
Antonio López de Santa Anna, fue seis veces presidente de México.
El general Porfirio Díaz gobernó al país durante treinta años
El general Álvaro Obregón, quien ondeo la bandera del Sufragio Efectivo No Reelección, fu asesinado en el restaurante la Bombilla de la Ciudad de México, tras su reelección como candidato a presidente de México
El general Plutarco Elías Calles
Conocido como el Jefe Máximo y quien gobernó detrás de la Silla Presidencial por varios años.
Bueno ya lo dijo el escritor José Saramago, “Es el poder económico que determina el poder y los gobiernos se convierten en los funcionarios políticos del poder económico”.
Tito Reséndez Treviño
Licenciado de Derecho por la UNAM
Diputado Local 1984-1986
Presidente Municipal de Victoria 1987-1989
Director de la Biblioteca Marte R. Gómez
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