Qué tristeza que los años sigan pasando y sigamos viendo muchos casos de misoginia, injusticias, discriminación, acoso, violencia, homicidios, entre otras tantas barbaridades cometidas en contra de la mujer. No en todos los rincones del planeta es así pero sí es palpable que en muchos países no solo no se aprende la lección de ser ecuánimes y respetuosos sino pareciera que estamos estancados en una era retrógrada y por demás anacrónica. En nuestro país los feminicidios están causando gran escoso entre la población y una muy triste indignación por parte del género femenino y de aquellos que nos asqueamos con este tipo de hechos aberrantes.

¿Qué demonios nos pasa, en qué clase de monstruos nos hemos convertido como para seguir tolerando esto?

Compañeros de género, hoy les quiero recordar que la verdadera virilidad no es una cualidad que se gana con imponerse físicamente a otra persona, con querer dominarla o humillarla, todo eso es un conjunto de idioteces cometidas por personas acomplejadas, con autoestima baja y/o problemas psicológicos. Hacerlo o pensar que así debe ser es un perverso, atroz y falso acto de fanfarronería denigrante. Aún que sabemos que para nada las mujeres son perfectas, es más, muchas son también todo un deleznable “estuche de monerías” por sí solas pero aun así eso nunca nos debería de dar pie para justificar actos que atenten contra la integridad física y mental de las mujeres. ¿Que si hay unas tan locas y desquiciadas como los hombres? ¡Claro que sí! y tristemente vemos que ahora ya hasta compiten entre sí (hombres y mujeres desquiciados) en actos considerados como “inhumanos”.

A muchos les oigo criticar o burlarse por ejemplo del reciente cántico que se ha replicado en muchos países del mundo y que provino de unas hermanas chilenas, las acusan de ridículas, gente sin que hacer, lesbianas, etc. Solo por el hecho de ellas estarse manifestando en contra de una cruel realidad que las afecta. No cuesta nada tener empatía y solidaridad hacia causas justas y ante muestras de indignación por sucesos deplorables. Y no necesito ser feminista para respaldar lo que aquí escribo, simplemente es saber que fui criado con valores fuertes y por una mujer que me enseño a sinceramente respetar.

Por otro lado si creen que con eso seguirá el dominio del género masculino en muchas de las actividades mundanas, no pueden estar más equivocados. Eso les está dando más fuerza, más razón, entereza y convicción al género femenino, su lucha ha sido tan larga y tal que han aprendido a pasar obstáculos que muchos hombres ni se imaginan. Por ello en el mundo vemos cada día más el empoderamiento de la mujer, como por ejemplo en Finlandia, acaban de designar a la primer Ministra más joven de su país y del mundo, Sanna Marin de 34 años. Que en su corta edad cuenta con una muy dedicada carrera política y que aparte fue criada por una pareja de dos mujeres. Recordándoles que Finlandia es nada más y nada menos que uno de los países con mejor nivel de vida, educación y desarrollo de todo el mundo.

Casos como el de ella se irán replicando más y más todos los días, así es que tenemos no solo que acostumbrarnos sino apoyar la causa para efectos de poder tener una verdadera equidad de género.

Hablando de mujeres fuertes…

Recientemente sostuve una interesante, abierta y franca conversación con una mujer que tiene bien cimentados sus valores y carácter, la misma que no es ajena a sucesos antes mencionados ya que en su ámbito de interacción laboral la quieren descalificar o vituperar por el hecho de querer poner orden. Mujeres como ella atentan contra un ambiente que general e históricamente ha sido dominado por los hombres, los mismos  que en su ingenua mismidad piensan que con malévolos ataques lograran descalificar o perjudicarla. Habrá que decir que nadie es inmune hacia ese tipo de cuestiones y claro que su efecto negativo lo tendrá, pero por otro lado son sucesos que pudieran estar consolidando una nueva etapa que a muchos no les tocará. Pensar en casos así me recuerda a la mujer denominada como la “Dama de Hierro”, Margaret Thatcher, quien fue un ejemplo en su momento de una mujer fuerte que marcó una época.   

Y sí, soy un hombre y apoyo el empoderamiento de la mujer.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)