Emitir una crítica debe ser un acto que conlleva gran responsabilidad, hablar es fácil pero muchas veces sustentar lo dicho no siempre lo es. Ustedes mis amables y más que respetables lectores al estar leyendo este tipo de publicaciones ya se encuentran dentro del porcentaje de la población que se toma su tiempo para leer, cultivarse, saber de un chisme y/o divertirse. Cada cual acorde al gusto propio y al hacerlo se dan cuenta que aquellos que a esto nos dedicamos tenemos que hacer análisis sobre situaciones pertenecientes al acontecer, local, estatal, nacional o mundial. Y es por eso que expongo que al menos de mi parte soy alguien quien practica la ecuanimidad al momento de emitir un juicio personal sobre un tema en especial.

¿Porque sale a colación esto? Por que recientemente di mi punto de vista acerca de lo acontecido en la sesión de cabildo de Victoria, en donde refutaron y rechazaron en sesión ordinaria el presupuesto presentado y lo que ello conllevaba. ¿Con que autoridad, respaldo o justificación lo hago muchos se preguntarán? Pues con aquella de haber sido, trabajador, asesor y hasta Director Municipal, aparte de colaborar en la conformación y elaboración de planes de desarrollo municipales, proyectos estratégicos, etc. Y por ello siento humildemente que algo le conozco al tema, quizá tendré la cara de tonto pero nada más la cara.

Y sí, sigo pensando que la administración cae en errores igual que casi todas con respecto a en algunos casos preferir respetar a personas por alguna cercanía personal o compromiso y mantenerlos aún cuando los resultados no son lo óptimos o al menos los esperados. Eso no es privativo de esta administración, es más, no recuerdo en una sola que no se haya dado pero eso no quita que esté mal y que sea un factor que priva a la administración de dar mejores resultados y por ende a la ciudadanía de tener mejores resultados por parte de sus representados. En ese y otros temas he llegado a dar mi punto de vista crítico constructivo como también mi respeto y aprecio hacia las cosas que bien se han hecho. Y precisamente hablando de cosas que bien se hacen tengo que reconocer, aplaudir y alentar a la administración actual por perfilarse en el camino de basar su funcionamiento en esquemas o metodología tipo Presupuesto basado en Resultados (PbR).

Esto lleva ya algunos años aplicándose a nivel federal  y por cierto hay que decirlo también, el gobierno de Tamaulipas está no solo adoptándolo sino participando activamente con impartición de cursos para que administraciones municipales y organismos descentralizados adopten dicho enfoque. Esto no es algo que vaya a generar mucha atención mediática e inclusive muchos no entenderán del todo la amplia gama de procesos que conlleva llevar a cabo eficientemente este tipo de metodología pero vale mucho la pena mencionarlo.

“Este modelo surge como el medio para mejorar la manera mediante la cual los gobiernos gestionan sus recursos, con el fin de consolidar su desarrollo social y económico como también proveer de mejores servicios  a la población. Tiene como uno de sus fines generar información que permita a los gobiernos tomar decisiones eficientes y acertadas en materia de  gasto así como ofrecer la información que demanda la sociedad. El PbR busca medir el volumen y la calidad de los bienes y servicios públicos mediante la asignación de recursos a aquellos programas que sean pertinentes y estratégicos, así como el impacto que éstos generan en la sociedad.” (Fuente, Curso sobre “PbR” Centro de Innovación y transferencia del conocimiento)

Y el gobierno Municipal encabezado por Xicoténcatl González Uresti, está trabajando y desarrollando su metodología que aplicará para llevar a cabo las funciones antes mencionadas. La Secretaría Técnica Municipal se ha armado con personal muy competente para tales propósitos y eso es algo que aplaudo y totalmente apoyo. Haciendo énfasis que sería la primera vez que esto se implemente de esta manera en el municipio de Victoria y me atrevería a decir que en muchos de los municipios del estado y hasta del país. De hacerlo correctamente tendrían una herramienta fundamental no solo de medición de resultados sino de la correcta aplicación de los recursos. Esto lleva tiempo irlo perfeccionando ya que se tienen que hacer fórmulas para indicadores para alimentar una Matriz de Indicadores para Resultados (MIR) entre otros aspectos.

De inicio habrá que darles sino el respaldo el beneficio de la duda, de mi parte  como partidario de este tipo de metodologías y con postura crítica, expongo como diría un amigo, “No te doy uno, te daré varios Likes”.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)