La Paz, (Notimex).- La Organización de Naciones Unidas (ONU) en Bolivia condenó este jueves el fallecimiento de un joven en las manifestaciones en Cochabamba y deploró la violencia y trato inhumano ejercido sobre la alcaldesa del municipio de Vinto, al igual que las agresiones realizadas a otras mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños.

La organización también condenó que en las manifestaciones, que este jueves cumplen 18 días, resultaran heridas más de 300 personas, según cifras de la Defensoría del Pueblo de Bolivia.

“Nada justifica el enfrentamiento entre bolivianas y bolivianos y es absolutamente inconcebible la muerte de ciudadanos”, indicó la ONU en un comunicado en el que hace referencia a las tres personas que murieron en las protestas contra el proceso electoral del 20 de octubre pasado, en el que el presidente Evo Morales ganó su tercera reelección.

ONU Bolivia reiteró su total rechazo a cualquier forma de violencia y llamó al diálogo como única vía para evitar más muertes y recuperar la paz en el país.

Durante las manifestaciones del miércoles, la violencia se extendió desde la ciudad de Cochabamba hasta Quillacollo y Vinto provocando la muerte de Limbert Guzmán Vásquez, de 20 años, 90 heridos y tres detenidos, además del secuestro y tortura de la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce.

La ONU expresó su “consternación e indignación ante los altos niveles de violencia registrados el día de ayer (miércoles) que tuvieron como desenlace el fallecimiento de una persona y más de un centenar de heridos”

Además, se solidarizó con las familias de las víctimas y exigió a la Policía Nacional, al Ministerio Público y al Órgano Judicial “que investiguen, procesen y sancionen a la brevedad posible a las personas responsables de estos atroces crímenes”.

La organización deploró la violencia y trato inhumano ejercido sobre la alcaldesa del municipio de Vinto, Patricia Arce, “al igual que las agresiones realizadas a otras mujeres, hombres, jóvenes, niñas y niños”.

Reiteró su llamado a todos los actores políticos “a reducir de manera inmediata las tensiones políticas y desestimar completamente cualquier manifestación violenta que pueda poner en riesgo la integridad y la vida de las personas”.

La ONU señaló a las autoridades que “es su deber garantizar, en todo momento, el respeto, protección y garantía de los derechos humanos de todas y todos los bolivianos y los exhorta a que actúen preventivamente ante cualquier acto de violencia.”.