Quito, (Notimex). - El pueblo ecuatoriano continúa la limpieza de fachadas, calles y avenidas donde durante 12 días se protagonizaron diversas protestas contra las medidas económicas adoptadas por el gobierno, tras la eliminación y posterior derogación de los subsidios a los combustibles, conforme al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para una línea de crédito.

“Podrán limpiar la ciudad, pero no podrán borrar de nuestra memoria el sentimiento de dolor que hay entre los quiteños y, en general, en todo el pueblo ecuatoriano, por la represión de que fuimos objeto de parte del gobierno de Lenin Moreno”, expresó la voluntaria Carmita Montero.

Tras una crisis nunca vista, se mantiene un sentimiento generalizado de la población que pese al temor hizo suyas las calles para protestar contra una medida que consideraron injusta y autoritaria y que, finalmente, echó para atrás el decreto 883 firmado el domingo 13 de este mes por el gobierno de Moreno.

Con dicho decreto, que autorizaba el alza de los precios de las gasolinas extra, ecopaís y diésel, que se publicó el miércoles 2 de octubre y entró en vigor a las 00:00 del jueves 3, se eliminaron los subsidios y se liberaron oficialmente los precios de los combustibles.

El bloqueo de calles, la ausencia de transporte, la paralización de actividades y el desabasto no detuvo al pueblo que utilizó muros y fachadas para dejar patente su descontento con consignas: ¡Muera Lenin!, ¡Hermanos, Quito es indio!, ¡La hoguera para Lenin!, ¡Asesinos! y ¡Fuera Moreno!.

Las labores en el primer cuadro de la ciudad, declarado en 1978 por la UNESCO como Patrimonio Natural de la Humanidad, avanzan a marchas forzadas; se trabaja en la señalización de calles, avenidas y comercios, y estos últimos recobran poco a poco la normalidad de sus actividades.

Cuadrillas de hombres y mujeres con escobas, recogedores, trapos y mangueras con chorros de agua a presión limpian minuciosamente las fachadas de comercios, tiendas y talleres, para posteriormente, aplicar la pintura de cada local.

Esos mismos chorros de agua no pueden borrar una consigna plasmada en la cortina de hierro de un negocio donde se venden zapatos y botas: “Nuestro camino es luchando”.

La limpieza se replica en varios puntos de la ciudad, como el Parque el Arbolito, cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo a través de medios de comunicación y redes sociales por los enfrentamientos registrados ahí y donde se reunieron miles de indígenas.

El tránsito vehicular en las inmediaciones de ese parque, ubicado en el centro de Quito, transcurre sin contratiempos, a diferencia del martes 8 de octubre cuando se advertía a los conductores que evitaran el lugar, dado el cúmulo de indígenas y personas que convirtieron el lugar en dormitorio y comedor, con todo y fogón para la comida.

Al lugar, también arribaron, durante los días que duró el enfrentamiento, cientos de voluntarios que llevaban agua caliente endulzada con panela, además de cartones llenos de pan que eran repartidos entre los presentes.

De acuerdo con Montero, en el parque se confundía el ruido de las consignas, de las cornetas y los caracoles que usan los dirigentes.

Agentes civiles de tránsito y personal de las empresas públicas de Movilidad y Obras Públicas, y la de Aseo también colaboraron en el retiro de los desperdicios que aún quedan en vialidades.

"También vamos a utilizar las winchas (grúas) con las que retiramos los vehículos mal estacionados", dijo un ejecutivo de la Agencia Metropolitana de Tránsito.