Primero que nada siempre he dicho y pensado que es de bien nacido ser agradecido, así es que agradezco profundamente a todos aquellos que me externaron su sentir y que me solicitaron continuar publicando mis escritos tipo columna. Y no es que me estuviera dando el taco, como dicen popularmente, simplemente atravieso por un punto de mi vida de profunda reflexión y análisis personal que me llevo a una “parálisis” en cuanto a escribir se refiere. Con esto dicho y con todo el embrollo y/o cochinero en que recientemente se ha vuelto el acontecer político nacional es que me fue casi inevitable retornar para tratar no solo de expresar mi humilde punto de vista, sino generar una mayor conciencia colectiva…una redención intelectual, tal cual fue la idea desde un principio y es por ello que esta columna lleva ese nombre.

Pragmatismo, nepotismo, influyentismo, descaro, sin vergüenzas, en fin, toda una serie de adjetivos así como de confabulaciones más que indeseables estamos viendo por doquier y todo por la lucha por el poder. Es de dar vergüenza y pena ajena, claro que no son todos los que participan en estos menesteres los que merecen tales calificativos pero en este cochinero político que se ha tornado el entorno electoral, la verdad muy pocos se salvan de no enlodarse. Lo peor es que muchos siguen justificando todo esto, aduciendo que es lo que se tiene que hacer para ganar y que al país le vaya mejor.

¡Háganme el chingado favor!

En verdad mis hermanos Mexicanos, ¿no creen que ya hemos visto y vivido por tanta porquería como para seguir permitiendo que los actores políticos como también los poderes fácticos sigan haciendo de las suyas? Nos imponen y nos quejamos quizá pero sin hacer que el disgusto se convierta en una manifestación palpable de lo que ya no queremos ver.

No nos hagamos tarugos, por no decir pendejos…

¡En serio!

Napoleón Gómez Urrutia, Cuauhtémoc Blanco, la guereja, Capetillo, y para que le sigo, y eso sin contar los farsantes chapulines  y todos los deleznables políticos que imponen a diestra y siniestra.

¡Caramba compatriotas, cuando vamos a verdaderamente despertar!

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)