Matamoros, Tamaulipas.- Los encargados de la Casa del Migrante ya no solo se preocupan por tener lo más indispensable para recibir a los deportados, sino que tienen que contar con un médico y un importante stock de medicamentos, ya que muchos de ellos vienen con enfermedades que hay que controlar, aseveró el administrador del inmueble Juan Antonio Sierra Vargas.

Explicó que la enfermedad más común es la presión, ya sea alta o baja y ambas son de riesgo, asimismo la diabetes y algunos de ellos hasta con cirrosis, y en muchas de las ocasiones no se dan cuenta, por lo que no se cuidan y por ende su situación se torna más crítica.

Por otro lado, reconoció que muchos de ellos vienen golpeados o traen problemas psicológicos a causa de drogas, o tal vez el proceso en donde estuvieron detenidos y para mantenerlos tranquilos les dan algunos calmantes y cuando son deportados ese tratamiento les hace falta y evidentemente comienzan con trastornos en su salud.

Sierra Vargas puntualizó que cuando hay casos serios de enfermedades se tienen que extremar precauciones para hacerlos llegar hasta sus lugares de origen, para evitar que en el camino se pongan mal o bien, que si requieren de algún medicamento, también les recuerden que deben tomarlo.