La sencilla regla electoral de sumar y multiplicar para luego dividir y restar, fue pasada por el arco del triunfo por el equipo de Baltazar Hinojosa. Desde un principio la indefinición del candidato para conformar a su equipo, dio pie para que la guerra interna se encarnizara y se destruyeran entre ellos mismos. Al final el ganón fue Antonio Torres y sus seguidores.
Durante la campaña han sido muchos los errores estratégicos del equipo, pero pareciera que eso no lo ha notado el candidato priísta, porque allí siguen y su presencia cada vez es más un estorbo que una fortaleza.
El discurso dado en Tampico por Baltazar Hinojosa, tuvo sus enredos, creo que fue un error de estrategia el mencionar a los exgobernadores y al actual mandatario, pero aún más acentuado el tropezón al darle espacio a su rival.
Se les olvidó a los “sabios” que la fortaleza del PRI, y la del propio candidato debe de radicar en todos los priístas, buenos, malos o peores, y que cada uno de ellos en una contienda son necesarios.
Se les olvidó por ejemplo que Eugenio Hernández Flores se ha llevado el aplausómetro en cada uno de los eventos priístas al que ha asistido o que Egidio Torre Cantú de una u otra forma es el mecenas.
Pero no, les ha ganado la avaricia, el quererse comer el pastel sin compartir, y lo peor es que ponen en jaque el triunfo del abanderado priísta.
Creo que a estas alturas del partido, no se pueden equivocar. Hay una realidad, ahora sí el Partido Revolucionario Institucional está en una competencia muy seria.
Baltazar Hinojosa requiere urgentemente de estrategas serios y competentes, que le limpien el camino para que tenga un triunfo que no se lo puedan rebatar en los tribunales.
En fin, a los sabios de Baltazar se les olvidó las matemáticas, pedirles que recuerden que en política la forma es fondo, es demasiado.
Y hablando del discurso de Baltazar Hinojosa Ochoa en Tampico, en lo particular a mí me gustó, me emocionó, porque hasta ahora lo vi hablar con contundencia, podría decirse que me convenció, pero me dejó algunos ruidos y aquí los expongo.
Primero:
¿Los exmandatarios y el actual gobernador estaban enterados que iban a ser mencionados?
Segundo:
Aunque los temas de seguridad son los que todos los días escucha Baltazar como quejas, me recuerda y mucho al decálogo que presentó Enrique Peña Nieto en 2014 y que al paso de los meses y años, pareciera que desapareció del mapa.
Tercero:
El discurso pronunciado –aunque con más fuerza- me hizo recordar al pronunciado hace un año por Ivonne Álvarez en Monterrey, cuando se dio cuenta que la gente no compraba su proyecto por estar relacionada con Rodrigo Medina. Al final de nada le sirvió, porque fue derrotada en las urnas y eso que lo dijo con más tiempo que Baltazar Hinojosa Ochoa.
Ahora pregunto… si realmente Baltazar Hinojosa se quería “deslindar” y decir que él no es aquellos o como aquellos ¿por qué no lo hicieron desde un inicio de la campaña? ¿Por qué hasta ahora? Me cuesta aceptarlo, pero creo que lo que abundan son ocurrencias y pocas estrategias.
Me queda claro que en la victoria hay muchos padres y que la derrota es huérfana. Hoy la gran pregunta es ¿quién se atreverá a ponerle el cascabel al gato? ¿Baltazar ya se dio cuenta que sus sabios ya no aportan?
El problema es que ya no hay tiempo.
@Marco_Esquivel
