Washington, DC.- A dos semanas de elegir nuevo alcalde de Ciudad Victoria, había una realidad, Gustavo Cárdenas quien era abanderado por Movimiento Ciudadano llevaba la delantera, según cifras que me filtraron eran como 15 puntos de diferencia de su más cercano adversario.
De pronto algo ocurrió. En la prensa salió a la luz la historia de la nana del candidato. El 24 de junio de 2013 en Ciudad Victoria, todos se enteraron que la señora Joaquina Alonso, quien lo cuidó de niño y luego se hizo cargo de los hijos de Gustavo, había sido despedida sin su liquidación.
“Sufre nana de Gustavo su abandono e indiferencia”, se pudo leer en los medios on line y un día después en la mayoría de los periódicos impresos que vieron una extraordinaria historia.
La primera reacción de Gustavo Cárdenas fue negar el suceso. Ese mismo día busca a la nana, a quien le hace amenazas veladas y tuvieron que pasar cuatro días para que el candidato que llevaba la delantera aceptara que efectivamente había despedido a la nana sin su liquidación respectiva.
Para ese entonces el daño a la campaña de Gustavo era total, cayó en picada y sus seguidores se empezaron a cuestionar si efectivamente valía la pena votar por un hombre sin escrúpulos “y sin sentimientos”.
En el Seminario Ejecutivo en Campañas Electorales que organiza The Graduate School of Political management de la Universidad George Washington, tuve la oportunidad de asistir a la conferencia de Rich Beeson sobre manejo de crisis.
El hombre que ha participado en campañas políticas desde 1989 y que se desempeñó como director de Política Nacional para la campaña presidencial de Mitt Romney en 2012, fue claro:
La regla número 1 en el manejo de crisis es no mentir, porque al revelarse se pondrá peor.
“La regla 2 y 3 es no mienta”, dijo en tono divertido.
Para Beeson la segunda regla es que se tiene que tener una imagen global de lo que puede pasar.
Su tercera regla es contestar rápido “el silencio es fatal”, pero sobre todo tiene que saber qué va a responder.
Claro, antes de salir a dar la cara se tiene que evaluar si ese incidente va afectar su campaña, porque luego se “andan ahogando en un vaso de agua” y si va a salir a responder dar una respuesta proporcional.
Su metodología fue: Evaluar, enfrentar, comunicar y contrarrestar.
“Pero lo más importante es no mentir, hay muchas formas de contar una verdad”, puntualizó Beeson.
A más de un año del incidente de la nana de Gustavo Cárdenas, es conveniente preguntar.
¿Qué hubiera pasado si Gustavo Cárdenas en vez de intentar minimizar el hecho y negarlo y no se hubiera tardado tanto tiempo en aceptar, hubiera salido a dar la cara, aceptarlo y decir su verdad?
Seguramente la historia en estos momentos sería otra. Además de Matamoros y Nuevo Laredo, la capital de Tamaulipas hubiera tenido otra vez alternancia.
Un mal manejo de crisis cuesta mucho, entre sus costos está el ganar o perder una elección.
Comentarios: Twitter @Marco_Esquivel
