En este precioso planeta azul, aloja en sus entrañas a su propio enemigo: el hombre. Al mismo hombre le ha tocado convivir con cualquier tipo de seres vivos; haciendo rapacidades que van desde depredar el medio ambiente en el que viven, hasta devastar a los de su propia especie, sin miramiento alguno. Todo, por la lucha del poder y el dinero.
El dolor humano no les causa la menor congoja. A menos, claro, si la riqueza de un pueblo o etnia es manifiesta. O su ubicación geográfica –como Ucrania- tiene alguna importancia estratégica en su carrera por la supremacía.
Y es que sin ser pesimistas, las potencias que hoy lideran a la humanidad dejan mucho qué desear a la hora de su intervención en los conflictos de otros naciones.
Nigeria es un ejemplo de esto. Los grupos que mantienen en jaque a la población civil y que pasan por encima de los derechos humanos más básicos, no reciben ninguna reprimenda o intervención extranjera que detenga los múltiples crímenes. Hoy son el rapto y vejación de niñas; mañana, otros actos igual de cruentos.
¿Dónde está el ‘Capitán América’ de “las barras y las estrellas”? ¿O los valientes Cosacos Rusos? ¿Es que acaso estos seres humanos valen menos que los afganos o ucranianos? quizá simplemente, los nigerianos ya no tienen la menor importancia; pues en la actualidad la riqueza del país se encuentra totalmente repartida y los humanos son meramente estorbos.
Podemos restar importancia a este hecho, pues el país africano queda tan lejos y nuestra realidad pareciese que no tuviera concordancias.
Sin embargo, cuando nos enteramos que la economía de Nigeria depende totalmente del petróleo –alcanza arriba de 50% de su PIB-, debíamos prestar atención. Ésta nación, al igual que México, un día fue líder en producción de cacao; lo que permitía otro tipo de riquezas y su producto interno bruto PIB no dependía totalmente del oro negro. La riqueza era responsabilidad de más actividades productivas y comerciales.
Hoy, las empresas trasnacionales extraen tranquilamente la única riqueza de esa nación ¿Acaso este panorama le recuerda algo?
En México no es el caso –ironía-, ya que su ejecutivo y legislativo buscan a toda costa mejorar la economía del país, en base a aumentar la producción petrolera, apoyándose en una reforma energética. Misma que permitirá a las súper-compañías que hoy explotan a Nigeria, y venir a nuestro país a sacar todo lo posible (y hasta lo imposible de gas shale y petróleo), dejando daños irreparables al ecosistema y a la salud, entre otros destrozos.
Este es el sueño de quien hoy comanda la nación, ¿Porqué no apoyar a la generación de riquezas en otros sectores? En este tenor solo hay promesas acompañadas de reformas hacendarias recaudatorias, en donde se pone en verdadero jaque a la inversión de las diferentes regiones del país.
Es un panorama de terror, el hecho de la importancia que se le da a la dichosa reforma energética (estamos trasportando a nuestro país, el sentir nigeriano) acompañados de la nula disposición que hay para negociar, la reforma hacendaria que afecta a las empresas generadoras del 80% de empleos en México.
¿Se habrán olvidado acaso que la riqueza energética es finita y que sin negociación o apoyos tangibles también serán finitas las Pymes? ¿O es acaso que los comerciantes son ciudadanos de menor nivel de importancia que las trasnacionales? igual que en aquel lejano país Nigeriano.
¡Qué terror saber que quienes nos gobiernan –Ejecutivo y Legislativo- o son marionetas… o tienen precio!
