Por: Luis Lauro Carrillo09/08/2013 | Actualizada a las 09:05h
La Nota se ha leído 2244 Veces
Cualquier
gobierno que se precie de democrático tiene la facultad deplantear al país sus políticas, ideas y sus
propuestas de cambio. Pero lo que no tiene derecho es a engañar ni a ocultar la
naturaleza y el alcance de esos cambios.
Viene a cuento lo anterior porque el próximo miércolesel presidente Enrique Peña Nieto presentará a
la Comisión Permanente Del Congreso, la iniciativa de reforma energética basada en mantener la propiedad y la rectoría económica del
Estado y la apertura al capital público-privado, para maximizar la renta
petrolera
De ahí queen los próximos dias y
semanas por venir el verbo privatizar estará el de moda en el ámbito político,
por el debate que se ha generado en relación con la privatización de Petróleos
Mexicanos (Pemex).
Así pues, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia Española,privatizar significa “transferir una empresa
o actividad pública al sector privado.
Por tanto es importante que los mexicanossepan con claridad si la reforma energética está supeditada o no a los
intereses de los Estados Unidosy de las
grandes compañías petroleras del mundo, por lo que pase con Pemex y con la
industria petroleratiene relación con
el presente y con el destino nacional.
De tal suerte que si la propuesta de reforma energética es no privatizar ni
vender Pemex, y con apertura a la inversión privada estriamos en presencia de
una iniciativa de reforma legal y no constitucional De aprobarse ene estos términos se pasarían
por alto los principios constitucionales establecidos en el los artículos 25,
27 y 28 de la constitución.
Tengamos presente que el carácter estratégico significa la exclusividad del
estado para administrar controlar y explotar el petróleo y los hidrocarburos y
petroquímica básica. De aquí viene a nuestra mente la pregunta: ¿Por qué
regalar Pemex?
En otras palabrasla explotación solo
está reservada al Estado, aunque el párrafo sexto del articulo 27 remite a la
ley reglamentaria, esta jamás deberá ser interpretada en el sentido de que el
estadopierda el controly propiedadsobre los recursosque pertenecen
a la nación o la exclusividad en las funciones estratégicas desde la
exploraciónhasta las ventas de
productos de primera mano.
Por consecuencia el legislador secundario no deberávulnerar la constitucióna través de normas de menor jerarquía, pues
al pretender utilizar vías jurídicas e institucionales para trastocar y vaciar
de contenidoslos principios
constitucionales se estaría cometiendo un fraude a la constitución.
En ese orden de ideas, la finalidad de la reforma “legal” consiste en
regularizarhechos relacionadoscon la energía, pretendiendo abrir a la
iniciativa privadala industria
petrolera nacional. los inversionistaspodrán participar en todas las etapas de la industria petrolera y Pemex
terminara siendo un administrador de contratossin capacidad real para influir.
En cambio una reforma energética constitucional implica reformar los artículos
25, 27, y 25 de la carta magna, para quitar el candado de lo estratégico y la
exclusividad en el control y explotación
del petróleo y derivados, misma que podrían ser aprobadas con las dos terceras
partes de los votos del PRI y PAN.
En definitiva una reforma legal o constitucional que se aprobara en los
términos propuestos en las iniciativas, se realizarían en sentido contrario a
las tendencias mundiales, Hoy en dia los Estados renacionalizansus recursos energéticos y fortaleces sus
organismos públicos que los explotan sin la participación de inversionistas privados
nacionales y extranjeros.
Analista político, autor de la columna Cuestión Pública publicada en el periódico de La Verdad de Tamaulipas, en el portal digita HOYTamaulipas, entre otros
Síguenos y entérate de lo que ocurre en #Tamaulipas
HoyTamaulipas.net Derechos Reservados 2016
Tel: (834) 688-5326 y (834) 454-5577
Desde Estados Unidos marque: 01152 (834) 688-5326 y 01152 (834) 454-5577