Por: Elsa Celis01/03/2013 | Actualizada a las 11:52h
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Es muy cierto el dicho “El dinero y el amor no se pueden
ocultar”. Eso siempre estuvo de manifiesto, “La maestra” Elba Esther Gordillo
no podía ocultar la vasta riqueza que poseía. Tanto, que se dio el lujo de
llegar a la cúpula del poder, en donde se toman las grandes decisiones -de
quitar y poner Presidentes-. Quizá la soberbia de acceder a este grupo, fue su
pecado más grande; lo cual debió incomodar a los que siempre deciden. Porque de
que era corrupta, no hay duda; este era un hecho del que se había ventilado en
innumerables ocasiones… la gran vida que se daba no correspondía al salario que
percibía. Ella misma reveló en una entrevista televisiva que le ingresaban
80mil pesos mensuales de sueldo, cantidad que ni ganándola por día, podía
cubrir los excesos que se daba. Existen muchos casos similares que mantienen el mismo
desánimo popular: un ejemplo es el asunto del escándalo de corrupción que azota
a la iglesia y la mantiene herida de muerte. O el de muchos actores políticos
internacionales, nacionales y hasta del mismo pueblo; que al igual que la
Gordillo, no se inmutan a la hora de exhibir sus malvados actos. Pero ayudan a
crear una conciencia colectiva acerca de la falta de justicia, por el hecho de
permitir tanta impunidad… sin poner en su sitio a muchos de estos corruptos. Si bien es cierto que hoy se le echa el guante a la líder
del sindicato de los maestros ¿por que dejaron pasar tanto tiempo? Durante
sexenios enteros no movieron un dedo para frenarla. El daño está hecho. La
sociedad, incrédula ante tanta podredumbre, teme con mucha desconfianza que
esto sólo sea el show mediático, que sirva de entretenimiento para encubrir
cosas aun más grandes. Si los gobiernos o las instituciones pusieran en su
momento manos a la obra ante hechos tan reprobables; tendrían más credibilidad.
Si acaso los dirigentes de la iglesia hubieran entregado a la autoridad, el
primer caso comprobado de pederastia dentro de sus muros… habría desatado un
escándalo; pero nunca tan mayúsculo como la pérdida de fe a la institución… y
lo que le falta por venir. Como nunca antes, un papa puede enfrentar cargos
penales por “haberse hecho de la vista gorda” de tantos casos de abuso, que
pudieran ser tipificados como daños de lesa humanidad. Esto pondría al
catolicismo en una situación muy complicada. Mismas condiciones encontramos en México. La detención de
la Maestra (que la gran mayoría ve con recelo, ya que la flamante Maestra debió
haber rendido cuentas hace ya muchos años); es un asunto que no podemos
refutarle al Gobierno que apenas inicia. Podría ser el inicio de los cambios
que nuestro país tanto necesita y de pasada, recuperar la fe en quienes nos
gobiernan. Démosle crédito al actual Presidente, con la esperanza puesta en que
no será otro ‘montaje’ o cuento chino… como en otras ocasiones (la Paca, el
quinazo, El Negro Durazo, Mario Villanueva Madrid). No termine la puesta en
escena, como alguno de los dos acompañantes de Jesús en el calvario, Dimas y
Gestas. Y por la inmolación, la maestra alcance el cielo prometido. En lo que concierne a Tamaulipas hay dos que tres
personajes que seguramente, empezaron a poner sus barbas a remojar… por si se
ofrece. Para cerrar, la UAT se contagió de ‘emprendedurismo’ y
llevó un plan piloto a una escuela primaria de la capital –sembrando a futuro-,
“Mi primera empresa, emprender jugando”; en donde involucra a los pequeños de
quinto y sexto grado a desarrollar proyectos, como conceptos de negocios. Este plan piloto se pretende extender al sur del Estado y
cuenta con el respaldo de de la Fundación Educación Superior Empresa (FESE) de
la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES). Probablemente esto comience como un juego de niños, pero le apuestan
-y bien- al futuro. Enhorabuena a todos los que ponen su granito de arena, para
enseñar a nuestra infancia a tener sueños en grande.
Elsa Celis
Es Licenciada en Administración de Empresas. Máster en Administración Pública
Editora de la Revista Viva Tamaulipas
Columnista de medios impresos, así como de diferentes portales electrónicos
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