El optimismo de Ramiro y la fe ciega de Zertuche
Hay que decirlo sin rodeos: vivir al lado de un partido políticamente muerto no es fácil. Pero Ramiro Ramos Salinas insiste. Y no solo insiste: sopla, empuja, anima y le da respiración de boca a boca, aunque sea para que el cadáver haga ruido.
Eso, hay que reconocerlo, habla bien de él.
Mientras muchos ya bajaron la cortina, Ramiro cierra el 2025 diciendo que el PRI “tuvo un buen año”, que está listo para ir solo en 2027, que puede dialogar para un gran frente opositor y que es la única oposición real frente a Morena. Optimismo puro. Optimismo de fin de año. Del bueno… o del necesario.
Habla de lealtad, congruencia y recorridos por todo el estado. Habla de estructura, de presencia territorial, de preparación rumbo al 2026 y 2027. Habla de Durango, de Veracruz, de Coahuila y de gubernaturas por venir. Habla como si el PRI siguiera vivo.
Y quizá ahí está el punto.
Porque mientras el partido arrastra derrotas, desbandadas y una credibilidad golpeada, Ramiro Ramos sigue creyendo. Cree que no están vendidos, ni comprados, ni arreglados. Cree que pueden competir. Cree que pueden resistir. Cree que pueden regresar.
Creer, en política, también es una forma de resistencia.
Claro, el discurso choca con la realidad: un PRI reducido, superado por Morena y disputándose espacios con el PAN. Pero alguien tiene que decir que todavía hay pelea. Alguien tiene que vender esperanza, aunque sea en dosis pequeñas.
Ramiro lo hace. Y lo hace sin cansarse.
Tal vez no sea suficiente para revivir al partido.
Tal vez no alcance para ganar gubernaturas.
Tal vez no convenza a los que ya se fueron.
Pero en un PRI donde muchos guardaron silencio, el optimismo de Ramiro Ramos es, sin duda, lo único que sigue respirando.
Y a veces, en política, hacer ruido ya es sobrevivir.
LA FE CIEGA DE ZERTUCHE
Otro de los hombres de buena voluntad, de esos a los que todavía les gusta soñar con sueños imposibles, es el diputado Armando Zertuche Zuani.
Y no es ironía gratuita: hay que tener vocación, fe… o una gran capacidad de autoengaño para pedir unidad en Morena, cuando el partido está más dividido que nunca. Dividido no por ideales, no por principios, sino por la pelea anticipada de los huesos rumbo al 2027.
Zertuche lo sabe. Lo dice con cuidado, pero lo dice. Reconoce divisionismo, oportunismo y descontento interno. Acepta que hay actores de “última hora” que llegaron por conveniencia, no por convicción. Admite que el compromiso con la transformación se ha relajado. Y aún así, apuesta por la unidad.
Eso ya no es optimismo.
Eso es fe ciega.
Habla de autocrítica, de respeto a trayectorias, de no mentir, no robar y no traicionar. Bonito discurso.
Correcto. Moralmente impecable. Pero políticamente… ingenuo.
Porque mientras él habla de principios, otros ya están contando candidaturas. Mientras él pide cohesión, otros ya están midiendo encuestas, armando grupos y pasando facturas. Mientras él sueña con una 4T ordenada, Morena se despedaza en parcelas de poder.
El propio Zertuche acepta sentirse marginado en su partido. Y aun así defiende la causa. Eso, hay que decirlo, tiene mérito personal. Pero no cambia la realidad: Morena ya no es un movimiento, es una arena. Y en la arena no hay unidad, hay codazos.
Sí, el partido mantiene ventaja. Sí, los programas sociales pesan. Sí, el salario mínimo subió y millones salieron de la pobreza. Todo eso es cierto. Pero también es cierto que el poder descompone, y Morena no es la excepción.
Pedir unidad hoy, en Morena, es como pedir silencio en un mercado o orden en una pelea de gallos. Suena bien. Se escucha correcto. Pero no va a pasar.
Lo de Zertuche no es estrategia.
Es deseo.
Es nostalgia del movimiento que fue.
Es, siendo honestos, una masturbación mental.
Y en política, los deseos no ganan elecciones.
Los huesos sí.
PERO HABLANDO DE MACIZO … La Universidad Autónoma de Tamaulipas desarrolla la actualización del Atlas de Riesgo por fenómenos hidrometeorológicos en 33 municipios del estado, con el objetivo de fortalecer la prevención y respuesta ante desastres naturales.
El director del Instituto de Ingeniería y Ciencias, Froilán Lucero Magaña, informó que el proyecto se realiza por instrucción del rector Dámaso Anaya Alvarado, como parte de la colaboración científica solicitada por el Gobierno de Tamaulipas para generar un instrumento técnico actualizado y de alta precisión.
El estudio integra imágenes satelitales, tecnología LiDAR, drones y algoritmos especializados, lo que permitirá identificar zonas vulnerables a inundaciones y lluvias extremas. El modelo metodológico fue validado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres y servirá como referencia nacional.
El proyecto tendrá una duración de entre 10 y 12 meses y brindará información clave para la toma de decisiones en protección civil y planeación territorial.
POR OTRA PARTE… Tras un recorrido por el inmueble conocido como “La Casa de los Medina”, recientemente adquirido por el Gobierno del Estado, el gobernador Américo Villarreal Anaya informó que el edificio será transformado en modernas oficinas gubernamentales, con la posibilidad de albergar a la Agencia Digital.
El inmueble, ubicado en el 15 Juárez de Ciudad Victoria y que permaneció abandonado por años, ya es intervenido por la Secretaría de Obras Públicas, luego de resolverse un litigio entre particulares. El proyecto contempla un diseño moderno con estacionamiento y espacios acordes al proceso de digitalización gubernamental.
El mandatario señaló que esta obra forma parte de la remodelación del centro histórico de Victoria, que incluye la rehabilitación del antiguo Cine Avenida y nuevos pasos peatonales sobre el río San Marcos, para mejorar la movilidad y la imagen urbana.
Finalmente, anunció que, en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional, se construirá una asta bandera monumental en el cuartel militar, la cual será entregada el próximo 24 de febrero.
Y PARA CERRAR… El respaldo político no solo se expresa en discursos, también se refleja en la agenda. En dos días consecutivos, el gobernador Américo Villarreal Anaya acompañó al alcalde de Matamoros, Beto Granados, en escenarios distintos, pero con un mismo mensaje de fondo.
El domingo, junto a su esposa María Santiago de Villarreal, encabezó una brigada navideña en comunidades rurales del municipio, llevando atención y presencia estatal a zonas históricamente relegadas. La jornada reforzó la visión de un gobierno de territorio y el compromiso con pescadores y familias de la Laguna Madre.
Un día después, el acompañamiento se trasladó al ámbito económico con el lanzamiento del Clúster Automotriz de Tamaulipas, un proyecto estratégico que posiciona a Matamoros en el centro de la nueva etapa industrial del estado.
Este nivel de respaldo no pasa desapercibido. Cuando hay resultados, coordinación institucional y presencia estatal, surgen reacciones políticas. Sin embargo, los hechos pesan más que el ruido.
En un contexto donde muchos municipios quedan al margen de las decisiones clave, Matamoros vive una dinámica distinta: el alcalde no gobierna solo. El estado camina con él, en el territorio y en la estrategia, enviando una señal clara de estabilidad, gobernabilidad y rumbo definido para la ciudad.
Tello Montes
Su presencia en los medios ha sido constante. Ha colaborado en proyectos políticos partidistas y de gobierno.
Sus participaciones editoriales han sido publicados en diversos medios en Tamaulipas
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