Mission, Texas. - En un operativo reciente, autoridades federales descubrieron una vivienda clandestina cerca de la frontera sur de Estados Unidos con México, donde mantenían hacinadas a 43 personas migrantes de distintos países latinoamericanos. Todos fueron detenidos y serán procesados bajo los protocolos migratorios vigentes.

El hallazgo ocurrió cuando agentes de la U.S. Customs and Border Protection (CBP), con apoyo del Texas Department of Public Safety (DPS) y autoridades del condado Hidalgo, inspeccionaron una casa rodante que funcionaba como refugio irregular. Entre los migrantes había ciudadanos de México, El Salvador, Honduras, Guatemala, Colombia, Perú y Ecuador.

El descubrimiento evidencia una vez más el uso de lo que se conoce como “casas de seguridad”, espacios clandestinos donde migrantes son alojados en condiciones insalubres, sin garantías mínimas de higiene o protección. Así lo advirtió la CBP, que subrayó que estos lugares representan un riesgo no sólo por posible actividad delincuencial, sino también por las pésimas condiciones de vida.

Al mismo tiempo, las autoridades han intensificado este año las acciones migratorias en Texas y en toda la región fronteriza. Según informes recientes, desde el 20 de enero hasta fines de junio de 2025, la agencia U.S. Immigration and Customs Enforcement (ICE) llevó a cabo decenas de miles de detenciones de migrantes en EE. UU. — con un porcentaje considerable de ellas concentradas en Texas.

En la zona del Rio Grande Valley, zona fronteriza cercana a ciudades como McAllen, Brownsville, Reynosa y Matamoros, las detenciones migratorias se dispararon en los primeros meses de 2025, en paralelo con una mayor presencia de operativos policiales tanto en la frontera como en el interior de Texas.

El hallazgo de esta casa clandestina y las cifras recientes ponen en evidencia dos realidades que convergen: por un lado, la continua vulnerabilidad de migrantes que recurren a redes clandestinas para encontrar refugio; por otro, el endurecimiento de la vigilancia y el control migratorio por parte de autoridades estadounidenses, con un incremento notable en detenciones internas.