Matamoros, Tamaulipas. - El Maratón de Matamoros 2025 no fue solo un evento deportivo: fue una demostración pública de que esta ciudad sabe coordinarse, responder y proyectarse. Cientos de corredores y voluntarios, áreas municipales alineadas y un ambiente seguro y vibrante. Eso no sucede por inercia: sucede cuando hay liderazgo, claridad y respaldo.

El saldo blanco y la organización impecable no se entienden sin la conducción del alcalde Beto Granados, ni sin el acompañamiento del Gobernador Américo Villarreal Anaya, un aliado constante para que Matamoros crezca y reciba eventos de esta magnitud. Cuando Estado y Municipio empujan juntos, los resultados saltan a la vista.

Mientras los corredores avanzaban, detrás operaba una estructura completa: Seguridad Pública, Tránsito, Protección Civil, equipos médicos, Guardia Estatal, SEDENA y Cruz Roja. Una maquinaria disciplinada, con el sello municipal y el apoyo total del gobierno estatal. Esa coordinación separa a un evento improvisado de uno ejemplar.

Este maratón no solo rompió registros: superó las inscripciones al doble, un mensaje claro de que Matamoros ya está jugando en otra liga. La derrama económica, la llegada de corredores nacionales e internacionales y el orden operativo colocan a la ciudad en un estándar superior.

Y claro, no faltará quien en los próximos días intente inventar calumnias o fabrique historias para minimizar lo logrado. Es el reflejo automático de quienes no soportan que Matamoros avance y que un gobierno funcione. Pero los hechos y la ciudad, hablan más fuerte que cualquier ruido político.

Lo que ocurrió en Matamoros fue más que un maratón: fue un mensaje de capacidad, disciplina y transformación. Y la mano que sostuvo ese ritmo y que de nuevo hizo historia en la ciudad, fue la del alcalde Beto Granados.