Matamoros, Tamaulipas. - En Matamoros hubo quienes intentaron convertir el tema de las multas a comercios en una crisis política. Apostaron al conflicto, al rumor y al desgaste. Pero se equivocaron de lectura: el comercio organizado no cayó en el juego, porque entendió que detrás del ruido no había soluciones, sino intereses.

La respuesta del alcalde Beto Granados fue quirúrgica y contundente: condonación total de multas y recargos, seguida de un Foro Empresarial donde todas las cámaras estuvieron sentadas de frente, escuchando trámites desglosados paso a paso, sin opacidad, sin trabas y con las puertas abiertas. El mensaje fue claro: transparencia, acompañamiento y reglas precisas.

Mientras algunos opinadores buscaban pleito, las cámaras —CANACO, CANIRAC, CANACINTRA, CMIC, AMPI, AMEXME, COPARMEX y los colegios de arquitectos e ingenieros— hicieron exactamente lo contrario: respaldaron públicamente el diálogo y la apertura del Gobierno Municipal. El sector empresarial decidió apostarle a la institucionalidad, no a la grilla.

Y si todavía quedaban dudas, la imagen del foro lo dijo todo: la dueña del restaurante Fortín del Bravo y el propietario de Pizzas Emiliano —dos negocios utilizados por el rumor para intentar generar conflicto— en primera fila, aprobando las gestiones del Alcalde y respaldando abiertamente al Gobierno. Fue un golpe directo a la narrativa del supuesto “hostigamiento”.

El resultado fue evidente: el intento de crisis se desfondó. Porque cuando un alcalde responde con apertura, reflejos políticos y soluciones reales, los intentos de división terminan fortaleciendo la unidad. El mensaje quedó marcado: el Renacimiento de Matamoros se construye entre Gobierno, comerciantes y empresarios.