Por: Ricardo Hernández 22/11/2012 | Actualizada a las 10:40h
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ESCRIBIR
INCANSABLEMENTE. Es cierto que de repente llega el momento en que me entra pereza, detrás de eso un sueño insoportable, se escapan las ideas como globos de gas, pero
no debo desistir, sino: insistir. La hoja en blanco es mi silueta, solo es cuestión de apuntar bien para que todo
comience a correr como el cauce de un río. La primera frase o palabra cuesta, de
pronto, trabajo; sin embargo, sigo y sigo escribiendo aunquea veces no sepa ni lo que pienso,
despuésocurren ideas. Es cierto, surge una desesperación, pero eso suele
suceder al principio, ese entumecimiento en el cuello, en los dedos de las
manos, la irritación de los ojos al permanecer sentado escribiendo con la
cabeza agachada durante largo tiempo, pero al final vale la pena, siempre ha
sido así. Escribir lo que yo quiero decir, me reconforta, engrandece mi
espíritu; leer lo que yo quiero leer es doblemente un placer. Antes de comenzar
a escribir, pienso, por cierto, que cada escritor tiene su propio estilo, su
peculiar manera de ver al mundo, pero todo esto también se aprende. Lo he
tenidoque ir asimilando para no
entorpecerme frente a la hoja en blanco.
Al principio leí
muy de prisa, quería devorarme los libros, incluso me entraba una especie de
ansiedad, pero en la medida que he estado esforzándome por escribir, he
cambiado de parecer, ahora trato de explorar los libros, investigoy no paro de asombrarme. En la escritura
existe algo mágico, está impregnado un sentimiento, una actitud, un carácter,
la visión, es decir, la manera de ver el mundo. Elegir las lecturas, es
cuestión muy personal, cada quien lee lo que desea. Hoy menciono a tres
escritores que me motivan. Por un lado de
CHARLES DICKENS, mi opinión sobre él se reduce a lo siguiente: Todo lo que
escribió en sus novelas está impregnado de un sentimentalismo. Quien conoce su
biografía, sabe de lo que se trata. No recuerdo en que medio leí hace poco, si en un periódico, o en Poemas
del alma,donde se referían a Dickens como el escritor sentimental de su
época. Ese estilo personal y tomado de su propia experiencia, lo llevó a
recorrer el mundo, siendo que en su infancia fue un niño pobre. La forma en que
dijo lo que deseó, es lo que a mí me interesa, independientemente de que sea
literatura ya pasada de moda, si se quiere ver así. Es un maestro,
para mí, cuyas enseñanzas están en sus libros como un valioso cuadro de arte;
solo que esos libros se pueden agarrar,
leer y aprender cuando uno lo desee. MARIO VARGAS LLOSA.
Este escritor peruano si que es un excelente maestro, creo yo, que en todos los
aspectos.Pienso que quién no haya leído
las memorias de éste autor de EL PEZ EN EL AGUA, se pierde una parte _sino
fundamental por lo menos sí importante_ para conocer como era el mundo del
escritor en el momento de escribir sus historias;las veces en que de niño, prefería no ver a
su papá y encerrarse en su cuarto. Más que ver el dinamismo y la prosa perfecta
que tuvo (y que aún conserva), en sus cuentos y novelas, existe algo más detrás
de todo eso; así como en la televisión se dice: Lo que hay detrás de cámaras. Es cierto, ¿qué
hay detrás de ese jovencito que se ganó un premio de quince días en París con
su cuento “El desafío”, concurso convocado por la revista francesa “La Revue
Francaise” en octubre de 1957? Podría decir que hubo mucha nostalgia y soledad
en su niñez. Refiriéndose a su padre dijo: “(De esta época era una fotografía
de él, muy apuesto, en uniforme azul marino, que adornó mi velador toda mi
infancia cochabambina y que, al parecer, yo besaba al meterme a la cama, dando
buenas noches a “mi papacito que estáen
el cielo”.) El que haya leído
ese libro de sus memorias, comprenderá que el padre de Llosa, Ernesto J.
Vargasno fue ninguna figura ejemplar,
ni un padre amoroso sinotodo lo contrario,
golpeaba al, entonces “niño mimado”, como su padre le decía. El joven escritor,
en ese entonces, y siempre,nunca lo
quiso ver más. Su padre murió en enero de 1979, cuando Llosa ya era un escritor
muy reconocido por toda Europa. El Escritor pese a todas sus desafortunadas
experiencias con su padre, nunca dejó de escribir. JAMES JOYCE.
Mario Vargas Llosa dijo alguna vez que no entendió lo que quiso decir
Joyce.Estoy por terminar de leer el
libro que contiene casi setecientas páginas, pero me es divertido, siento que
hay muchas voces, existe un ritmo de palabras, de ideas, como si un “chiflado” por
no decir loco, estuviera hablando en el relato. Me emociona lo que escribió
Joyceen latín, con la poesía. A veces
un personaje habla muy serio, en otras el personaje es todo un intelectual, y
así sucesivamente, pero todo ese lenguaje que emplea Joyce me hace suponer que
se puede romper con las reglas, jugar con la imaginación; él lo hizo en su “Ulises”. “Si lo revelara
todo inmediatamente, perdería mi inmortalidad. He metido (en Ulises) tantos
enigmas y rompecabezas que tendráatareados a los profesores durante siglos discutiendo sobre lo que quise
decir, y ése es el único modo de asegurarsela inmortalidad” Escribió Joyce irónicamente a Benoíst-Méchin. (pág. 674
Ulises) Qué mas ejemplo que esos escritozasos para
motivarme a escribir, escribir y escribir, como un reto que me he propuesto en
mi vida. Reflexionar en esos escritores ayuda, antes de poder hacerlo en una
hoja en blanco.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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