Tampico, Tamaulipas. - La veda de pesca del camarón, que concluyó el pasado 15 de octubre en las aguas de la Sonda de Campeche y el 10 de noviembre en el norte del Golfo de México, representó un severo golpe económico para los pescadores y sus familias, señaló la presidenta de la Unión de Pescadores y Maquiladoras del Sur de Tamaulipas, Alicia Hernández Ogazón.

Explicó que esta veda, con una duración de siete meses, ha sido una de las más largas en la historia reciente, lo que obligó a unos 100 pescadores de altamar a desplazarse hacia el sur del Golfo de México, especialmente a las aguas de Campeche, en busca de ingresos para sostener a sus hogares.

“Fue una veda muy mortificante, monstruosa, como nunca antes en los 27 años que tengo de trabajar con pescadores y despicadoras. No sabemos por qué se extendió tanto, pero pedimos al Gobierno que nos ayude”, expresó Hernández Ogazón.

La dirigente explicó que los armadores —propietarios de las embarcaciones— también se vieron seriamente afectados, ya que la veda, que normalmente dura entre cuatro y cinco meses, se prolongó hasta siete, reduciendo sus ganancias y afectando la economía de todo el sector.

Agregó que los barcos comenzaron a salir del puerto de Tampico el pasado fin de semana para reanudar actividades el 10 de noviembre. Sin embargo, insistió en que la ampliación de la veda impacta no solo a los pescadores, sino también a las comunidades que dependen de esta actividad. “Si los barcos no se mueven en la colonia Morelos, tampoco se mueven las despicadoras ni los niños van a la escuela, porque todo se paraliza”, concluyó.