Primero de noviembre, una bella y tradicional celebración en Uruapan Michoacán se convirtió en un una noche trágica, dos pistoleros balearon por la espalda al presidente municipal Carlos Alberto Manzo Rodríguez. En el preludio del día de los muertos, le quitaron la vida a un muy popular y valiente alcalde, que se destacaba por su manera frontal y honesta de afrontar las cosas.

Dos jóvenes pistoleros prácticamente en una terrible misión suicida, se atrevieron a penetrar el círculo de seguridad del alcalde, pegándole siete balazos, que cimbraron no solo en la celebración, sino en los corazones de todos los presentes y después de una gran parte de la nación.

Carlos Alberto Manzo llevaba tiempo pidiendo apoyo de las fuerzas federales para combatir la gran oleada de inseguridad que plaga a Michoacán y en especial a su ciudad natal de Uruapan. Estaba amenazado de muerte por su postura de combatir el crimen y la corrupción en general y en especial la institucional.

Manzo sabía perfectamente que esto lo llevaría a su probable muerte, siendo México un país con muchos crímenes de políticos y ni se diga de las personas disidentes. Bernardo Bravo había alzado la voz y en días anteriores también había sido asesinado por ello. Así es que era solo cuestión de tiempo para que la tragedia apareciera de nuevo.

La noticia corrió igual que la pólvora que ayudo a su ejecución, las imágenes de su familia y de su hijo viendo las catrinas y después los videos del asesinato sin duda cimbraron a millones en la nación. Él representaba la voz y forma de ser que muchos quisieran ver más en el ámbito político. Sus acciones y forma de gobernar habían llamado la atención no solo de los michoacanos, sino de miles y miles de mexicanos.

Se dice que el Cartel lo mando matar, pero miles gritan que el estado fue cómplice, “Lo mató, lo mató, el gobierno lo mató” gritaban con enorme indignación los ciudadanos agraviados. Y aunque esto tendría que comprobarse, hay que decir que es muy conveniente el trágico suceso ya que Carlos Manzo se perfilaba sin duda para la gubernatura michoacana.

Increpó enérgicamente al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla en diversas ocasiones, lo acusó de tener vínculos delincuenciales y de ser cómplice de las condiciones de inseguridad y corrupción. Amigos definitivamente no eran y por ello Manzo le estorbaba a Ramírez Bedolla. No sería la primera vez que esto pasa, como ejemplo el de Tamaulipas que lo vivió a su manera hace años con el caso de Rodolfo Torre.

Diez alcaldes muertos en lo que va de la administración no precisamente hablan de un estado de derecho ejemplar o estadísticamente mejor. Más que un acto que no se esperaba fue sin duda una crónica de una muerte anunciada. El Narco controla muchas partes del país, esto es un hecho, no es politizar ni polemizar, sino simplemente es una terrible realidad.

Eso es lo que te da muchos años de colusiones, corrupción e impunidad, trasciende los partidos y movimientos, es un cáncer estructural e institucional. México es un país altamente corrupto y con ambientes sociopolíticos muy laxos que son como caldo de cultivo para el mal hacer. Así como existe lo de plata o plomo, existe lo de sigue hablando y te callamos.

Esto hay que verlo desde una óptica seria e imparcial, no hay que dejarse llevar por pasiones o filias, ni la presidenta ni Omar García Harfuch lo mandaron matar, pero si pudieron hacer mucho más para prevenirlo. Cómo ni Calderón fue culpable ni carroñeros los que alzan la voz, aunque carroñeros abunden en el sistema político.  

El estallido social no solo fue por lo de Carlos Manzo, sino es un cúmulo de situaciones deleznables que se están presentando. Tomar la bandera de la democracia y humildad para después actuar como reyes potentados y empoderados no es precisamente lo que la gente quiere ver y tener.  Eso de no ser iguales se puede traducir en tantas maneras.

Valientes los que hablan así como pedantes y cínicos los que aprovechan las tragedias para llevar agua a su molino. Ahora resulta que todo es culpa de los Morenos cuando los maestros fueron muchos infames corruptos del pasado. ¿Que si el pupilo supera al maestro? pues eso también se da y lo estamos presenciando.

El “Calderonato” vino después del “Priato”, así como Peña Nieto y López Obrador ayudaron a construir nuestro presente, para bien y para mal. Criticar la guerra contra el narco debería ser en su justa dimensión comparado con la era de abrazos y no balazos. Entre las dos estrategias acumulan miles y miles de muertes, desapariciones y hasta colusiones indeseables como las de las fuerzas armadas con grupos criminales.  

Si se van a apasionar por algo, que sea primeramente siempre por nuestra hermosa pero muy tribulada patria. Noroña es tan payaso y contradictorio por sus actos, como Lily Téllez lo es gritándole majaderías y a su vez queriendo representar una congruencia, elocuencia y civilidad. Todos han usado al sistema a su manera, todos han utilizado los apoyos y programas sociales como moneda de cambio y para mantener a los más necesitados de su lado según les convenga.

Lo de Carlos Manzo duele aún más por que en verdad era diferente, porque para bien o para mal, como lo quieran apreciar, fue un duro crítico de los desmanes de su entorno. Y él también fue priista y él también representó a Morena y terminó de independiente con su Movimiento del sombrero. Solo que por lo visto él si fue honorable, no corrupto y por ende congruente y digno.

Un perfecto ejemplo de que puedes militar hasta en los sistemas con alta corrupción y no participar en ella, Por eso los hombres y mujeres como él, no son bien vistos en ámbitos donde privilegian la corrupción e impunidad, al contrario, el idealismo parece ser una peste para las grandes ratas y esa terrible e irónica contradicción tristemente define mucho a nuestro país.

El mexicano anhela justicia pero poco participa para que ello ocurra, no es lo mismo echar porras desde las gradas esperando y alentando a que otros peleen las peleas que todos deberíamos de éntrale parejo, a estar arriba del ring o dentro de la cancha donde se disputa el verdadero resultado. Tan culpable los que pecan como los que solo ofrecen permisividad y silencio en tiempos apremiantes.

Mantener silencio ante el mal, es el mal en sí mismo, y de eso todos hemos pecado de una u otra manera. Ahora, nunca es tarde para recapacitar, si lo que ahora vivimos como nación nos causa indignación, hagamos algo al respecto. Esto no tiene que ser igual que él, cada quien a su manera puede aportar un valioso grano de arena.

Hay que dejar a un lado las diferencias y concentrarnos en nuestras coincidencias, si los buenos son o somos la mayoría y sabemos que el mal va avanzando, ¿pues qué esperamos? No puede ser que si una maestra taxista alza la voz por ser extorsionada la humillen y maten, no debe ser que un limonero o empresario se inconforme y también sea perseguido.

Todos tenemos nuestros propios criterios, posturas, gustos y demás y eso ante todo lo debemos de respetar, si en verdad amamos a México y lo queremos ver mejor, nos tenemos que dejar de fregaderas de una vez por todas. Una real democracia es aquella que permite confluir a las diversas expresiones sociales y no aquella que solo busque la persistencia del poder por el poder a cualquier costo.

Y si no lo quieren hacer por el país y/o por los demás, háganlo por ustedes mismos, por sus familias y seres queridos. Controlar a las masas es lo que buscan aquellos que detentan el poder, pero nunca se nos olvide que el verdadero poder siempre ha estado en nuestras manos.

Nuestro corazón si lo utilizamos para unificar y apaciguar el mal, puede ser el arma más poderosa y bondadosa de todas. Ya no seamos un país tan manso, y esto no es un llamado a confrontarse o destruir, sino una invitación para darnos nuestro lugar y dignificar a nuestra sociedad. Al final del día si nos juntamos, no habrá fosa tan grande que puedan hacer como para enterrar la genuina esperanza que resulte de actos multitudinarios de amor y hermandad.

Con este escrito espero aportar un granito de arena para la causa, uno de tantos que prometo ir abonando. Dios bendiga a todos y todas, los que bien hacen, los que mal hacen y los que nada hacen, todos provenimos de la misma fuente y eso aunque sea difícil de comprender, así es.

En todos mis años que llevo escribiendo será la primera vez que pido al que quiera o a aquella persona al que algún concepto de este escrito le haya vibrado de buena manera, pueda compartir la columna. Muchos no suelen tener la costumbre por la lectura pero la intención es propagar un mensaje honesto, crítico pero sobre todo de unidad y esperanza.

Yo estoy listo y dispuesto para generar el cambio que anhelamos, ¿Tú También?

Si vamos a ser justos y parejos...

El caso del tocamiento a la presidenta dio mucho de qué hablar, y no todo fue positivo, por el clima político actual incluso increparon que fue algo premeditado. Sea lo que sea lo tomo como cierto y por supuesto que es algo más que deleznable, algo que ninguna mujer debe de experimentar.

Habiendo dicho esto, así como causó gran indignación y espero el suceso tenga un castigo ejemplar, debemos de pedir que el caso de Arturo Ávila se investigue y de ser cierto lo que denuncio Alessandra Rojo en redes sociales, tendría que ser mínimo cesado inmediatamente.

Sí que le hayan dicho niña a una diputada, así como el tocamiento a la presidenta ya tuvo consecuencias, una amenaza de muerte es lo que menos se debe de permitir, sea quien sea la persona y menos en este tiempo de mucha inseguridad y criminalidad.

Si eso como también lo de Alberto Tejeda, burlándose de la muerte de Manzo se deja pasar, no habría ninguna excusa para la vergüenza y disimilitud entre lo que se dice y hace.

Verdaderos seudo políticos zafios

Reflexiones

“Debemos usar el tiempo sabiamente y darnos cuenta de que siempre es el momento oportuno para hacer las cosas bien.”

-Nelson Mandela-

“No puedo yo esconderme abajo de la cama”

-Carlos Alberto Manzo Rodríguez-

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)