Ciudad Victoria, Tamaulipas. - Hace 62 años, justo un 10 de octubre, dejó de existir en vida Edith Piaf, “el pequeño gorrión”. Hoy, la Môme Piaf sigue siendo ícono de la música francesa y un símbolo parisino.

Piaf -gorrión en lenguaje coloquial francés traducido al castellano- subió a la fama por su capacidad interpretativa de expresar dolor, emociones, en sus cantos.

Por su baja estatura y mirada triste fue apodada la Môme Piaf -pequeño gorrión, por el propietario del cabaret donde fue descubierta como artista.

Piaf, la de la Vida en Rosa, Dios Mío, Himno al Amor y No me arrepiento de nada, que expresan esperanza, tristeza y resiliencia.

María Katzarava, la mejor soprano en la ópera mexicana -quien tiene reconocimiento internacional y que fue directora de la Compañía Nacional de Ópera de México- retomó a Piaf a partir de la admiración por la cantante francesa.

Y a partir de ahí produjo un homenaje denominado “Piaf de Bolsillo”, que esta noche fue presentado en el Teatro Amalia González de Castillo como parte del Festival Internacional en la Costa del Seno Mexicano, junto con otras piezas icónicas de la canción francesa que han interpretado, entre otras artistas Lara Fabián, Celine Dion y Patricia Kaas.

Luciendo su potente y brillante voz pectoral, Katzarava -quien cumple 25 años de carrera profesional- hizo magistrales vibratos, para retomar la emoción que Piaf expresaba en sus cantos. Relató la importancia de cada una de las piezas de Edith Piaf y el contexto personal de sufrimiento que vivió la ícono del canto francés.

Katzarava cantó cerca de hora y media acompañada por un conjunto de músicos de cuerda y piano.

Katzarava en Piaf; la Piaf de Katzarava.