Iguala, es un municipio importante del Estado de Guerrero y del país, debido a su relevancia histórica como la cuna de la bandera nacional y la proclamación del Plan de Iguala en 1821, que marcó el inicio de la independencia de México.

El Plan de Iguala fue un documento importante que unió a insurgentes y realistas, formando el ejército Trigarante y consumando así la independencia de México tras 300 años de colonización y donde se redactó el Acta de Independencia.

Hoy, el municipio continúa siendo escenario y parte de la historia roja de México, como los hechos trágicos ocurridos la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, en la que se cometieron una serie de ataques contra estudiantes de la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa, jóvenes estudiantes que se trasladaron a Iguala para “tomar” autobuses y participar en la conmemoración del 2 de octubre en la Ciudad de México.

En días pasados, Iguala fue escenario de manifestaciones y plantones realizados por estudiantes normalistas, amigos y familiares, así como organizaciones sociales y colectivos de los derechos humanos que se sumaron en solidaridad con la causa, quienes reclaman dar con el paradero de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, exigen justicia y la verdad de los acontecimientos a las autoridades, quienes aún no logran esclarecer el paradero de los jóvenes ni el móvil de su desaparición.

En septiembre de 2025 se cumplieron 11 años de estos lamentables acontecimientos, las protestas e inconformidades ciudadanas se realizaron en varias localidades de México.

Lo lamentable es que algunos provocadores infiltrados participaron en estas marchas y realizaron actos vandálicos como robo y quema de autos, daños a instalaciones públicas, entre otras irregularidades. Dichas acciones afectan la esencia del movimiento y ante todo, siempre debe estar presente la sensatez y la prudencia.

La noche del 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero “No Se Olvida”, a través de diversos libros, sus escritores e investigadores tratan de dar su explicación de estos desafortunados hechos por medio de supuestas teorías e hipótesis, pero hasta la fecha los padres de los normalistas y la sociedad aún están en espera de avance de las investigaciones que den con la verdad histórica. 

Actualmente se está promoviendo en universidades y algunos teatros del país el documental “Ayotzinapa fue el Estado: la memoria como arma política”.

El documental producido por La Izquierda Diario México y militantes del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas, aborda aspectos relevantes de la memoria de los 43 normalistas y considera temas como la lucha contra la desaparición forzada y la militarización.

Y si hablamos de movimientos estudiantiles, el registrado el 2 de octubre de 1968 fue impactante y conmocionó a todo México. Recientemente se cumplieron 57 años de estos lamentables acontecimientos que enlutaron a miles de familias.

El entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, utilizó la represión política, aplicando diversas estrategias represivas de gobierno para mantener al “pueblo amordazado” en un momento de creciente tensión social, su administración reprimió los movimientos de sindicatos independientes, agricultores y estudiantiles, asumió medidas drásticas de política económica, lo que afectó al país.

En el presente, sobrevivientes del 68 y generaciones posteriores mantienen vivo el movimiento, continúan en pie de lucha y con movilizaciones, exigiendo verdad y justicia ante los lamentables hechos, y un país libre de violencia.

A 11 años de los lamentables hechos registrados en Iguala, el movimiento ciudadano que desea dar con el paradero de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa se encuentra cada vez más activo y en pie de lucha, exigen avances en las investigaciones y la presentación con vida de los normalistas.

Exigen al Estado mexicano esclarezca el paradero de los normalistas y castigo a los responsables, tanto civiles como autoridades que participaron en los hechos ocurridos la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014.

La conmemoración de estos eventos trágicos busca mantener viva la memoria colectiva y fomentar una mayor conciencia sobre los derechos humanos, la importancia de la libertad de expresión y la resistencia civil ante los abusos de poder.

Así las cosas…

¿Y usted, qué opina?

Nos vemos a la próxima…

Carlos Álvarez

Analista y Auditor. Consultor Externo. Certificado ante el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).

Libros publicados: “El Tamaulipas y el México que Anhelan los Jóvenes para el Siglo XXI”, “El Gran Juicio” y “El Lago Encantado y el Maravilloso Pueblo Azteca”. Escribe en varios medios de comunicación del Estado.