México.-De mediados del siglo XIX hasta principios del XX, el complejo fabril de Bellavista se convirtió en un motor clave para el desarrollo económico y social de Nayarit. Hoy, los restos de su infraestructura —la antigua fábrica de hilados y tejidos, la tienda de raya, los conjuntos habitacionales y su red de canales y represas— son registrados por el INAH Nayarit, con el objetivo de lograr su declaratoria federal como Zona de Monumentos Históricos.

Este conjunto arquitectónico no solo es testigo de la bonanza industrial, sino también de hitos históricos como el primer paro laboral femenino del siglo XIX y la primera huelga obrera de 1905. Ubicado a solo 10 minutos del Centro Histórico de Tepic, Bellavista forma parte de un proyecto interdisciplinario que busca documentar y salvaguardar su legado, junto con los conjuntos fabriles Jauja y La Escondida.

La fábrica, construida en 1841 como réplica de la factoría belga Bellevue, alberga actualmente un centro cultural que exhibe herramientas, documentos y fotografías de la industria textil. Además, su sistema hidráulico, derivado del río Tepic, sigue operando en algunos tramos para riego agrícola, demostrando la solidez técnica y funcionalidad histórica de la infraestructura.

El proyecto de registro incluyó la inspección de otros inmuebles clave para la identidad urbana, como el Salón de Actos, que conserva un mural neoclásico de Rosendo Soto sobre los movimientos obreros locales. Especialistas del INAH realizaron fichas de catalogación y delimitación de los subconjuntos arquitectónicos, base para la futura declaratoria, que busca proteger la arquitectura industrial y sentar precedentes en conservación patrimonial en Nayarit.