Tampico, Tamaulipas.- A 70 años de los devastadores huracanes que marcaron la historia de la región, el divulgador de la historia Saúl Flores Mauricio ofreció el conversatorio "Los Huracanes Gladys, Hilda y Janet de 1955" en el Café del Museo de la Ciudad, donde rompió mitos y medias verdades que persisten en la memoria colectiva sobre el llamado Ciclón del 55.

La charla fue moderada por Gabriel Hernández González, director del Café Degas del Museo, quien agradeció la notable asistencia y subrayó cómo este tipo de eventos sigue conmoviendo los sentimientos de la comunidad, al recordar uno de los episodios más dolorosos de la historia local.

Desde el inicio, Flores Mauricio puntualizó que los tres ciclones que impactaron el Golfo de México en ese año deben mencionarse en orden alfabético: Gladys, Hilda y Janet, y no atribuir la catástrofe únicamente al Ciclón Hilda, como suele hacerse.

"Sólo se habla del Hilda para decir que fue el ciclón causante de la grave inundación que afectó Tampico y el norte de Veracruz, cuando en realidad fue la conjugación de los tres huracanes la que provocó la enorme cresta que rebasó los niveles de ríos y lagunas, comparable sólo a lo ocurrido en 1933", explicó.

También abordó la falta de sustento en las cifras que han circulado durante décadas sobre el número de víctimas mortales.

Flores indicó que, aunque se han manejado cifras de entre 10 mil y 12 mil muertos, especialmente en publicaciones como Revista Tamaulipas y álbumes conmemorativos, "sólo hay base real para hablar de aproximadamente 300 fallecidos en Tampico al momento de la inundación".

En otro punto de su exposición, reveló detalles poco conocidos sobre la ayuda internacional recibida durante la tragedia, destacando la presencia en el Puerto de Tampico de los portaaviones estadounidenses Siboney (tipo escolta) y Saipán (con helicópteros de entrenamiento), que participaron en el rescate de damnificados.

Además, recordó la llegada de otros dos buques estadounidenses con víveres e insumos médicos como parte de la Operación Amistad, una misión humanitaria impulsada por el entonces vicepresidente de Estados Unidos, Richard Nixon, ya que el presidente Dwight D. Eisenhower se encontraba hospitalizado por un problema cardíaco.

Con esta charla, se busca ofrecer una mirada más rigurosa y documentada sobre los hechos del 55, al tiempo que se honra la memoria de las víctimas y la solidaridad que emergió en medio del desastre.