Río Bravo, Tamaulipas. - Lo que inició como una protesta ciudadana en el poblado de Nuevo Progreso contra presuntos abusos de la Guardia Estatal terminó en un conflicto mayor, con señalamientos de tocamientos, robo y agresiones.

De acuerdo con testimonios, durante la manifestación una mujer realizó tocamientos indebidos a elementos estatales y los despojó de dinero, mientras que otros pobladores lanzaron amenazas contra los uniformados.

Los inconformes aseguran que los agentes han incurrido de manera constante en extorsiones, despojos de celulares y dinero, así como agresiones físicas, por lo que exigen que los estatales salgan de la comunidad y devuelvan lo robado.

La tensión aumentó cuando decenas de familias rodearon a los policías, acusándolos directamente de extorsión y abuso de autoridad. En medio del conflicto arribó el alcalde de Río Bravo, Miguel Ángel Almaraz, quien sostuvo un diálogo con los mandos de la corporación para tratar de llegar a un acuerdo.

La noche anterior, el alcalde había solicitado a los pobladores presentar pruebas sobre los señalamientos contra los agentes; sin embargo, por la mañana, habitantes de diversos ejidos denunciaron nuevas agresiones sin aportar datos sobre las unidades oficiales involucradas.