Nuevo Laredo, Tamaulipas. — Dos volcaduras de vehículos se registraron en diferentes sectores de la ciudad, con apenas una hora de diferencia entre ambos incidentes. A pesar de lo aparatoso de los percances, afortunadamente, los conductores involucrados resultaron ilesos.

El primer accidente ocurrió en la Carretera Aeropuerto el sábado por la tarde, frente a las instalaciones de la línea de transportes FEMA.

Un automóvil Nissan Sentra, conducido por Felipe, sufrió una volcadura. Milagrosamente, el conductor salió ileso del percance.

Felipe, quien se encontraba visiblemente tranquilo dentro de una patrulla de Tránsito declaró: "Nomas me tomé tres cervezas".

Explicó que circulaba por la Carretera Aeropuerto cuando, a la altura de la entrada de FEMA, otro automovilista le dio un "cerrón", provocando que perdiera el control y su vehículo se volcara sobre su lado derecho.

Trabajadores de la empresa transportista cercana salieron de inmediato para auxiliar a Felipe, ayudándolo a salir del automóvil que quedó con las llantas hacia arriba. Rápidamente se dio aviso a los cuerpos de emergencia.

Personal de Protección Civil acudió al lugar, revisó al conductor y confirmó que no presentaba lesiones, aunque sí estaba muy impresionado por lo sucedido.

Oficiales de Tránsito se hicieron cargo del caso y retuvieron al conductor, quien admitió haber ingerido alcohol para "mitigar el calorón" que hacía en la ciudad.

La segunda volcadura se reportó poco después en la Prolongación Monterrey, a la altura de la tienda Smart de Emiliano Zapata.

En este caso, una mujer, cuya identidad no fue revelada, protagonizó el accidente, saliendo también ilesa de forma milagrosa.

La mujer viajaba en un automóvil MG de reciente modelo, circulando de sur a norte por la Prolongación Monterrey.

Al tomar una curva pronunciada, perdió el control de la unidad, la cual dio una voltereta y terminó volcada con las llantas hacia arriba.

Automovilistas que transitaban por el lugar se detuvieron para auxiliar a la conductora, quien no presentaba heridas físicas, pero sí una crisis nerviosa.

Las autoridades viales fueron alertadas para tomar nota de los hechos, sin que se reportaran mayores consecuencias más allá de los daños materiales al vehículo.