Puerto del Norte
Tamaulipas, sin la menor duda, es una entidad federativa con muchos recursos naturales. A ellos hay que agregar otros elementos: los puertos fronterizos, que son opción de entrada y salida de mercancías, no solo de la entidad, sino del país; cuenta, además, con playas que son atractivo para el turismo familiar y de esparcimiento. Cuenta, por decir, con amplias zonas que son un aliciente para la economía estatal: polos de desarrollo en el norte y en la zona sur. Difícil pensar que Tamaulipas puede ser un estado pobre.
Los datos que reparte el INEGI sobre la entidad sobre la economía y sobre las condiciones socioeconómicas nos hacen preguntarnos: ¿Qué sucede, sí, porque de pronto nos enteramos de rezagos sociales, de complicaciones para la empresa, o microempresas, en fin, que no todo es color de rosa? No olvidemos que todo es multifactorial: influyen las políticas gubernamentales, sobre todo las nacionales, pero también la visión y emprendimiento que tenga la iniciativa privada.
DESARROLLO REGIONAL.
Bien lo dicen: fue una fecha histórica, el 2 de agosto, porque ese día el gobernador Américo Villarreal Anaya recibió de manera simbólica el recinto portuario. Cuentan que estuvo 20 años sin operación, hasta que el gobierno decidió poner manos a la obra, invirtió y gestiono su rehabilitación. Recibió una inversión pública y privada estimada en 8 mil millones de pesos y, de acuerdo a estimaciones, su ubicación permitirá a las empresas exportadoras reducir hasta en un 30% el tiempo y traslado. Sera la primera frontera marítima de México con el mercado norteamericano.
El puerto está destinado a convertirse en un polo de desarrollo económico en virtud de que será un punto de entrada y salida de mercancía para Nuevo León, Coahuila. Por lo que ya hay inversión privada de Mota Engil, ya se contempla la inversión de Hyundai Glovis México. Es, pues, el inicio para un despegue más de Matamoros, porque es obvio que dará empleo a la población y, además, será la oportunidad para incrementar los procesos económicos de la región.
PUNTOS DE APOYO.
A la fecha, buena parte de las mercancías se mueven por Tampico y por Altamira. Estos factores han sido impulsores de obras e infraestructura para facilitar el comercio: por ejemplo, la carretera a Monterrey hacia Victoria, ya tiene buen avance en autopista de 4 carriles, 2 de ida y dos de vuelta, pero se encuentra detenida antes de llegar a Mainero, ahí donde está el puente sin terminar. Buena parte de los empresarios afirman que, ese proyecto, es que la carretera llegue hasta Tampico, pero ahora habrá que mejorar las carreteras a Matamoros.
Se ha dicho una y otra vez que la carretera Tula-Ocampo será el detonante del progreso de la entidad, ya que esta carretera, que ya tiene más del 80% de avance, con una longitud de 107 kilómetros será clave para la conectividad del pacifico mexicano con el puerto de Altamira, así como va a facilitar el flujo de bienes y servicios en la zona sur de la entidad y la región huasteca. En pocas palabras, el gobierno de Américo Villarreal está apuntalando el desarrollo regional de la frontera norte (Matamoros) con su puerto y la zona sur con esta autopista.
ECONOMIA REGIONAL.
Tamaulipas, a simple vista, tiene tres zonas completamente diferenciadas: el norte y sur, con grandes empresarias, industrias y comercias de alto calado; lo que dan a esas zonas de corte industrial una dinámica de empleos y salarios muy diferente a la zona centro, a la zona que aglutina la capital del Estado: y la diferencia, sin la menor duda, es la vocación económica, puesto que Victoria es casi cien por ciento de servicios, pues son contadas sus empresas industriales.
En Victoria la población vive a expensas de la burocracia y el comercio: gobierno del Estado, el municipal, así como dependencias federales y la universidad; más, obvio, los comercios normales en cualquier ciudad. Un observador, por decir, de la vida económica ver con buenos ojos que haya grandes tiendas de autoservicio; que aparezcan franquicias automotrices o de otra índole, pero hay una realidad innegable: las pequeñas microempresas, el comercio pequeño, está sufriendo las de Caín, si hacemos caso a las palabras de Abrahán Rodríguez Padrón de la FECANACO: que más de 13 mil empresas están en el Buró de Crédito incluso, unas, por deudas pequeñas.
La diferencia está en la región y en su vocación económica.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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